BEATO JOSÉ
RICARDO DIEZ
25 de julio
1936 d.C.
En
la ciudad de Motril cercana a Granada en la costa española,
beatos
mártires Deogracias Palacios, León
Inchausti, José Rada, Julián Benigno
Moreno, sacerdotes, y José Ricardo Díez, religioso,
que, involucrados
activamente por Cristo en la Orden de los Agustinos Recoletos, durante
la misma persecución fueron capturados por las gentes y
rápidamente
fusilados en la carretera.
Del 25 de julio al 15 de agosto de 1936, siete agustinos recoletos,
encabezados por su prior, y un sacerdote diocesano murieron asesinados
por Cristo en Motril, Granada. Desde 1931, con la proclamación
de la
República la comunidad vive en continua zozobra; las monjas
recoletas
tuvieron que abandonar sus conventos y no pudieron volver hasta unos
meses después. Con el triunfo en las elecciones del Frente
Popular, en
1936, se inicia una auténtica persecución religiosa.
En Motril, unas 7000 personas se agolparon a las puertas del convento
de los agustinos, impidieron el culto en la iglesia y el 16 de julio
fueron clausuradas las iglesias, se prohibieron las misas. Al padre
Julián le arrojaron de las agustinas recoletas, a donde iba a
celebrar
misa.
El padre Vicente Soler tuvo que advertir a las monjas recoletas del
peligro que corrían y a animarlas sobre todo aquello que les
pudiera
acaecer. Los padres Juan Benigno Moreno y Vicente Pinilla se refugiaron
en casa de un policía; el hermano Jorge Hernández, en el
hospital. Pero
días más tarde los dos primeros regresaron al convento y,
a pesar de
que se les aconsejó que se marcharan por el peligro que
corrían, la
comunidad decidió permanecer en la ciudad. También don
Manuel Martín
Sierra pudo ir a un refugio seguro, pero consideró la propuesta
como
una tentación y juró no abandonar nunca su parroquia.
También lo
hicieron la comunidad de los agustinos recoletos en pleno: la
conciencia no les reprochaba culpa alguna y creyeron que su presencia
en Motril podría ser útil para la ciudad.
A
primeras horas del 25 de julio de 1936, cinco de sus miembros: los
padres Deogracias Palacios, León
Inchausti, José Rada y Julián
Benigno Moreno, más el hermano José
Ricardo Díez,
fueron acribillados a balazos en la vía pública. En ella
permanecieron
dos horas expuestos a la curiosidad pública, sin que nadie se
atreviera
a retirar los cadáveres hasta que llegaron los camilleros de la
Cruz
Roja.
Al día siguiente, ametrallaron al padre Vicente
Pinilla, en el atrio de la iglesia de la Divina Pastora, en la que
se había refugiado la noche anterior en compañía
de su párroco, Manuel Martín Sierra,
a quien mataron unos metros más adelante.
José Ricardo Díez nació
en Camposalinas, León. Hijo de madre soltera y deficiente
mental, tuvo que afrontar los prejuicios sociales de la época y
un drama interior, que expresó en una copla que tarareaba con
cierta frecuencia: “Yo no puedo llamar madre/ en la tierra a una
mujer;/ no ha querido ser mi padre/ el hombre que me dio el ser”. De
todo salió airoso. Agustino recoleto en 1934, pero no pudo
llegar a ser sacerdote, porque le llegó la muerte antes.