BEATO JOSÉ PERIS RAMOS
1936 d.C.
1 de septiembre
Hijo de un escribiente velezano,
fue bautizado en la fiesta de la Candelaria en la Iglesia Parroquial de santa
María la Mayor de su ciudad natal. Con veintidós años,
en 1891, experimentó la llamada vocacional e ingresó en el
Seminario de Granada.
Ordenado presbítero el veintiuno de septiembre de 1895,
fue enviado a la coadjutoría de Berja. No permaneció allí
mucho tiempo, pues durante largos años ejerció el ministerio
en Argentina. Regresó a España y, el veintiséis de octubre
de 1928 fue nombrado Coadjutor de Adra y Cura Ecónomo de la Parroquia
de Nuestra Señora Virgen de las Angustias de La Alquería. También
se ocupaba de la ermita de la Santísima Virgen del Carmen de Río
Chico, tan venerada por aquellas tierras.
Presbítero íntegro de carácter fuerte,
don Antonio Martín recordaba que: « No se acobardaba de dar
la cara para defender la fe y la Iglesia. En cierta ocasión un grupo
de mozalbetes se mofaba de un grupo de señoras que acudían
al templo para orí Misa y el siervo de Dios acercándose al
grupo, con buenos modales, les llamó la atención y les pidió
respeto para esas señoras. »
Desde el inicio de la Persecución Religiosa fue maltratado.
Aunque ya contaba con sesenta y siete años, como era un hombre fuerte,
lo obligaron a cavar las fosas en la Albufera para sepultar a los fusilados
por los milicianos. De este modo, el diecinueve de agosto enterró
el cuerpo del siervo de Dios don Gregorio Martos Muñoz.
En la noche del uno de septiembre los milicianos irrumpieron
en su casa junto al siervo de Dios don Francisco Manzano Cruz, detenido con
anterioridad. Los dos Coadjutores abderitanos fueron llevados a la rambla
de Albuñol, donde sufrieron tortura y recibieron la palma martirial.