BEATO JOSÉ MARÍA FERNANDEZ
SANCHEZ
23 de octubre
1936 d.C.
Fue seminarista en la diócesis
de Oviedo. A los veinte años, en cuarto de teología, solicitó
el ingreso en la Congregación de la Misión. Completó
sus estudios en el colegio Leoniano de Roma adquiriendo
el grado de doctor en sagrada teología. Fue
profesor en Hortaleza, Madrid y Guadalajara. En 1921 lo destinaron a fundar
la misión de Cuttack (India), diócesis de Vizagapatán,
provincia de Orissa, confiada a la Congregación por Propaganda FIDE.
En 1925, al ser erigida esta misión en viceprovincia, ya con tres
comunidades, fue nombrado Vicevisitador. De regreso a la patria, en 1927
ocupó la cátedra de teología pastoral en el seminario
de Oviedo hasta que, en 1930, fue nombrado subdirector de la Provincia Española
de las Hijas de la Caridad, cargo que desempeñará hasta su
muerte. Se pueden contar por miles las Hijas de la Caridad que se han beneficiado
de su magisterio a lo largo de varias generaciones con la publicación
de sus conferencias profundas y didácticas sobre el espíritu
de la vocación. Entre las Hermanas tenía fama de santidad en
vida.
MARTIRIO: Al P. José María Fernández, junto
al P. Roque Guillén y los Hermanos Cesáreo Elexgaray y Cristóbal
González, los prendieron en su comunidad conocida como “Casa de Capellanes”
por serlo del Noviciado de las Hijas de la Caridad, el sábado 25 de
julio. No obstante estar condenados a muerte desde el primer momento y
sin dejar de recibir constantes amenazas, con las armas
siempre preparadas, no los mataron hasta el 23 de octubre de 1936. Querían
arrancarles noticias útiles para su labor de perseguir a la Iglesia
y para ello les sometieron a interrogatorios y careos pesadísimos,
incluso lo tuvieron toda una noche de pie. Hay constancia de su estancia
en la checa del palacio del duque de Medinaceli, plaza de Colón, 1
y en la temible checa de Fomento, 9 que, por estar directamente conectada
con las autoridades rojas, podía disponer libremente de la vida de
los ciudadanos. De la estancia en S. Felipe Neri, 4 han quedado testimonios
directos: El día 28 de agosto otorgaron al P. José M.ª
Fernández una entrevista con algunas Hijas de la Caridad. El P. Fernández
decía a la Visitadora, sor Justa Domínguez de Vidaurreta: “Mucho
he padecido sabiendo las angustias que ustedes pasaban; hoy que soy participante
de ellas, me encuentro feliz y doy gracias a Dios. No nos entristezcamos
por vernos en prisiones, nuestro Santo Padre las sufrió dos años
y jamás le pesó. Alegrémonos por el bien espiritual
que este estado nos reporta”. Al P. Fernández junto a otros dos sacerdotes
y cinco hermanos coadjutores de la Congregación de la Misión
los martirizaron en el cementerio de Vallecas el 23 de octubre de 1936.