BEATO JOSÉ JORDAN BLECUA
1936 d.C.
12 de agosto
El humilde Beato, mosén
José Jordán Blecua, nació en Azlor, provincia de Huesca
y diócesis de Lérida, el 27 de mayo de 1906, hijo de Domingo
Jordán Latorre y Crescencia Blecua Subias, fue el penúltimo
de doce hermanos. (Mosén: Título que reciben los clérigos
en tierras del antiguo reino de Aragón)
Sintiendo desde muy niño la vocación sacerdotal,
ingresó a los doce años en el Seminario de Barbastro, trasladándose
al de Lérida al comienzo de la Filosofía "donde fue muy apreciado
por su buen comportamiento y fervorosa actitud. Su ideal es el sacerdocio".
Recibió las Órdenes Menores y poco después el diaconado,
"otro paso gigante para acercarse al altar".
Su primera Misa la celebró en Azlor, su pueblo de nacimiento,
que se vistió de fiesta y de sus mejores galas para esta celebración.
Estaban junto a Mosén Jordán, su padre Domingo, siete hermanos,
cuatro hermanos políticos además de muchos familiares y amigos,
pero faltaban dos hermanas religiosas Hijas de la Caridad. Como privilegio
obtenido en su visita a Roma pudo impartir la Bendición Papal en aquel
día de gloria "con una unción extraordinaria.
Su vida fue siempre ejemplar, tanto de niño como de mayor,
desbordándose sus ansias de perfección al verse hecho sacerdote;
obediente a sus superiores, deferente con sus iguales, de carácter
sencillo, dulce y angelical para con todos.
El obispo lo destinó a Monzón como vicario a las
órdenes del párroco Mosén Mariano Ferrer, y pasó
a residir como huésped en casa de la señora Dolores (Lola),
coincidiendo con Mosén Nadal que también había sido
destinado, como vicario organista a la parroquia de Santa María del
Romeral. Fueron llamados por los vecinos de Monzón "Los Curetas".
Durante su corta vida sacerdotal de cuatro años en la
Parroquia de Monzón, dio grandes ejemplos de abnegación y de
gran caridad con los pobres. En su alma sentía vivos y crecientes
deseos de morir por Cristo, cumpliéndose éstos el día
12 de agosto del año 1936, perdonando generosamente a sus verdugos,
a imitación de nuestro Divino Salvador.
Al estallar la guerra civil y las noticias que llegaban de otras
regiones y de la propia Diócesis, las personas a ellos allegadas dejaron
testimonios que "con las manos tocaban ya la palma del martirio en aquellos
momentos tan difíciles".
"Ninguno de los dos puso resistencia cuando fueron a buscarles
a la casa de la señora Lola donde estaban hospedados. Los llevan a
la cárcel. Poco tiempo están en ella. Su sentencia está
decretada. Son sacerdotes". La señora Lola, ignoraba su paradero pues
se lo habían ocultado para que no padeciera pues los llevaba en su
corazón. Fue la señora Marieta, la lechera, a quien le pregunto
cuando le llevó la leche acostumbrada. "Están en la cárcel".
El día 12 de agosto de 1936, al sacarles de su encierro,
solicitaron compartir unos minutos a solas, "quizá para recibir entre
sí el sacramento de la reconciliación". Cuentan que el carcelero
se emocionó al ver tanta entereza y valentía.
El fusilamiento tuvo lugar en una finca a las afueras de Monzón,
a escasa distancia del cementerio, en la partida de "Sierra de Sierra Mediana".
Mosén Jordan "cayó a los primeros disparos; y Mosén
Nadal se mantenía en pie después de recibir varios disparos.
No le hacían blanco, hasta que se sacó el Crucifijo que llevaba
y dejándolo en el suelo dijo "Ahora ya me podréis matar". Esta
vez sí que las balas dieron en el blanco.
Fue testigo, la señora Juaneta "La Avisadora" de la familia Lamarca.
Estoy muy contento de padecer este martirio por la causa de
Cristo ... sentiría mucho no poder morir por El. Mosén Jordán
daba gracias a su "buen padre porque le ha dejado llegar al sacerdocio",
y siente "gozo inmenso de poder dar la vida por Cristo". (De su última
carta, despidiéndose de su padre)
El levantamiento de los restos se realizó varios años
después, trasladándolos al Cementerio de Azlor (ya de la Diócesis
de Huesca). El 27 de septiembre de 1994 fueron trasladados a la Iglesia de
la parroquial de Santa María del Romeral de Monzón donde actualmente
reposan.
Su proceso de beatificación y canonización se ha realizado
junto al del venerable Josep Nadal Guiu, de Bell-lloc deUrgell, pues ambos
eran en aquel momento sacerdotes destinados a la parroquia de Monzón.
S.S. Benedicto XVI firmó el 10 de diciembre de 2010 el decreto con
el cual se reconoce el martirio de los Siervos de Dios José Nadal
y Guiu, español y José Jordán y Blecua, lo cual permitirá
su próxima beatificación.