BEATO JOAQUÍN
DE FIORE
30 de marzo
1202 d.C.
Nació en
Celico, cerca de Cosenza. Se dice que era paje en la corte del rey
Ruggero de Sicilia donde conoció la vida mundana. Una
peregrinación a Tierra Santa le despertó su
vocación religiosa. En el 1155, ingresó en los
cistercienses de Sambucina como humilde portero. Después de una
permanencia en el monasterio de Corazzo, donde fue ordenado sacerdote y
elegido abad, dejó la Orden con permiso del Papa y, se
retiró buscando la soledad, a meditar y a escribir, en las
montañas calabresas.
Para realizar su ideal
de vida monástica fundó un monasterio en San Juan en
Fiore y así da vida a una nueva congregación religiosa
aprobada en el 1196 (a pesar de la oposición de las otras
Ordenes). En 1202, cuando su congregación contaba con varios
monasterios en Calabria, murió santamente en medio de sus
monjes, recomendándoles de amarse unos a los otros. Fue un
teólogo polémico, santo Tomás de Aquino fue su
adversario, aunque nunca dudó de su santidad. Varios papas le
aconsejaron que escribiera, y siempre se sometió al juicio de la
Iglesia; solamente después de su muerte, su obra "Sobre la
Trinidad" fue
condenada en el Concilio de Letrán (1215).
En 1220 el Papa
Honorio III lo declaró perfectamente católico y
mandó divulgar esta sentencia. Los seguidores de Joaquín
de Fiore enviaron una relación de milagros atribuidos a
él, con vistas a la canonización.
El culto como Beato se estableció espontáneamente. En
1688 fue incluido como Beato en las "Acta Sanctorum" de los Bolandistas. En 2001
fue reabierto su proceso de canonización y la petición de
nombrarlo Doctor de la Iglesia.