SANTA JACINTA MARTO
20 de febrero
1920 d.C.
Nació
en Aljustrel (Portugal). Niña vidente de Fátima con su hermano
el beato Francisco. Era un niña vivaracha, activa, incluso caprichosa
e hipersensible, cambió radicalmente a raíz de la eperiencia
de las apariciones y se dedicó por entero a la oración y la
penitencia, llena de celo por la conversión de los pecadores y haciendo
el bien a su alrededor con sus palabras y su ejemplo, siendo muchos los que
decían que sentían algo especial estando a su lado.
El 23 de diciembre de 1918, 14 meses después de la
última aparición, ella y Francisco se ven afectados por la
"gripe española", pero mientras que el segundo se cura en pocos meses,
para Jacinta se vuelve un calvario, ya que le sobreviene una pleuresía
purulenta, que soporta y ofrece «para la conversión de los pecadores
y para reparar los ultrajes que se realizan al Corazón Inmaculado
de María». Se le pide un último gran sacrificio: separarse
de los suyos, y sobre todo de su prima Lucía, para pasar un tiempo
de recuperación en un hospital de Lisboa. Donde se prueba todo, incluso
una cirugía sin anestesia para intentar arrancarla de la muerte. Murió
después de que días antes comulgara por primera vez. Fue beatificada,
junto a su hermano Francisco, el 13 de mayo de 2000 por San Juan Pablo II.