BEATO IVÁN MERZ
10 de mayo
1938 d.C.
Nació en Banja Luka, la Bosnia ocupada por el imperio
austro-húngaro, en una familia liberal. Por voluntad de sus
padres, y no suya, entró en la Academia militar de Wiener
Noustadt, que abandonó después de tres meses, molesto por
la corrupción del ambiente. En 1915 inició los estudios
en la universidad de Viena, aspirando a ser profesor, para poder
dedicarse a la instrucción y educación de los
jóvenes en Bosnia, siguiendo el ejemplo de su profesor Ljubomir
Marakovic, hacia el que sentía una profunda gratitud por haberle
ayudado a descubrir las riquezas del catolicismo.
En marzo de 1916 tuvo que enrolarse en el ejército.
Fue enviado al frente italiano, donde pasó la mayor parte de los
años 1917 y 1918. Al concluir la I Guerra mundial se encontraba
en Banja Luka, donde vivió el cambio político y el
nacimiento del nuevo Estado yugoslavo. La experiencia de la guerra le
hizo madurar espiritualmente, pues, impresionado por los horrores de
los que fue testigo, poniéndose en las manos de Dios, se propuso
tender con todas sus fuerzas a la perfección cristiana.
Se puede seguir su desarrollo espiritual gracias a su
diario íntimo, que comenzó a escribir durante sus
estudios de secundaria y prosiguió en el ejército, en el
frente y durante los estudios universitarios. En él se aprecia
que su santidad no fue fácil, que tuvo que luchar mucho por su
ideal. Lo atormentaba el problema del amor y luego el del dolor y la
muerte, que resolvía a la luz de la fe. "No tengo la santa
Eucaristía -escribe el 9 de septiembre de 1917-. Vivo
aquí como un pagano o una fiera, como si el Agnus no fuera ya el
centro del cosmos, como si no existiera para nada. Dios Consolador, ven
a compenetrar mi naturaleza con átomos de eternidad, para que,
más semejante a ti, comprenda el curso de mi existencia". Vio
que su vida tenía que estar unida a la oración, a la
eucaristía y en una inmensa confianza en la Providencia. Hizo
votos privados de castidad perpétua.
Después de la I Guerra mundial prosiguió sus
estudios de Filosofía en Viena (1919-1920); luego se
trasladó a París, donde estudió en la Sorbona y el
Instituto Católico (1920-1922). Con su tesis sobre "la
influencia de la liturgia en los escritores franceses desde
Chateaubriand hasta nuestros días", obtuvo el doctorado en
Filosofía en la universidad de Zagreb (1923). Durante el resto
de su breve vida fue profesor de Lengua y Literatura francesa y alemana
en el Instituto arzobispal de Zagreb, realizando con entrega ejemplar
sus deberes de estado. Fue un ejemplar profesor. También
estudió Teología y profundizó en los estudios del
Magisterio de la Iglesia.
Era laico, pero fue el protagonista del movimiento litúrgico en
Croacia y pionero de la Acción Católica en su
país. Colaboró como apóstol de los jóvenes,
primero en la Liga de los jóvenes católicos croatas, y
luego en la Liga croata de las Águilas, que impulsó y con
la que inauguró en Croacia la Acción católica
promovida por el papa Pío XI. Según él, la
Organización debía contribuir ante todo a formar una
élite de apóstoles de la santidad. Con ese fin
debía servir también para la renovación
litúrgica, de la que fue uno de los primeros promotores en
Croacia, anticipando cuatro décadas las directrices del concilio
ecuménico Vaticano II en esa materia.
Quería formar jóvenes apóstoles cuya meta fuera la
santidad. Intentó enseñarles el amor a la Iglesia y al
Papa. Fue un hombre de gran paciencia ante las dificultades. En su
trabajo no le faltaron incomprensiones y dificultades de diversos
tipos, que afrontaba con una serenidad admirable, fruto de su continua
unión con Dios en la oración. En opinión de
quienes lo conocían bien, "con su mente y su corazón se
hallaba inmerso en lo sobrenatural". Con gran carisma, fue un
auténtico punto de referencia para la juventud croata.
Convencido de que el medio más eficaz para la
salvación de las almas es el sufrimiento ofrecido al
Señor, ofrecía sus penas físicas y morales para
obtener la bendición de sus actividades apostólicas, y,
ya cerca de su muerte, ofreció también su joven vida por
sus Águilas. Murió en Zagreb, a los 32 años de
edad, con fama de santidad. Fue beatificado por Juan Pablo II el
22 de junio de 2003.