BEATA IMELDA LAMBERTINI
12 de mayo
1333 d.C.
Nació en Bolonia. Hija del conde Egano Lambertini de Bolonia.
Ingresó muy joven en el convento de las dominicas de Santa
María Magdalena de Val di Pietra en Bolonia. Allí se
ganó Imelda el cariño de todos, y su fervor
edificó mucho a las religiosas. La joven tenía especial
devoción a la presencia eucarística de Cristo en la misa
y en el tabernáculo. Imelda deseaba ardientemente hacer la
primera comunión, pero, según la costumbre de la
época, ésta no podía tener lugar antes de cumplir
los doce años. Imelda exclamaba algunas veces:
«¿Cómo es posible recibir a Jesús y no morir
de gozo?».
Se cuenta de ella que hablaba con los pájaros y
flores para que le explicasen como era Dios, ese Dios, que no
podía recibir (entonces se recibía la comunión a
los 12 años). Fue dispensada y cuando a los nueve años
recibió a Cristo, fue hallada muerta en un éxtasis. Sobre
este hecho se relata una piadosa leyenda: Imelda asistió, con el
resto de la comunidad, a la misa de la Ascensión. Como era la
más joven, fue la única que no recibió la
comunión. Las religiosas se disponían ya a salir de la
capilla, cuando vieron que una hostia volaba hasta Imelda, quien se
hallaba absorta en oración, cerca del tabernáculo.
Inmediatamente le hicieron notar al sacerdote que había
celebrado la misa, el cual, impresionado por el milagro, dio
inmediatamente a Imelda la primera comunión, que fue
también la última. La emoción que produjo a la
beata la presencia de Cristo fue demasiado grande. Fulminada por un
ataque al corazón, Imelda cayó por tierra; cuando las
religiosas acudieron a levantarla la encontraron muerta.
Su fama se extendió por todos lados y su culto se fue
extendiendo. Muchos milagros se cuentan desde entonces. Su cuerpo se
halla en la iglesia de San Segismundo de Bolonia. León XIII
confirmo su culto el 20 de diciembre de 1826. Por voluntad de san
Pío X, Imelda es Patrona y modelo de los niños de Primera
Comunión. También se le ha nombrado "Abogada de la
Infancia".