BEATA IFIGENIA DE SAN
MATEO DE GAILLARD DE LA VALDENE
7 de julio
1794 d.C.
Francisca María Susana de Gaillard nació en
Bolléne, Francia. En su juventud ingresó en la
Congregación de la Adoración Perpetua del
Santísimo Sacramento, en el monasterio de su propia ciudad
natal, y allí hizo el noviciado y la profesión religiosa
tomando el nombre de sor Ifigenia de San Mateo. Fue una religiosa
observante, muy exacta en el cumplimiento de sus deberes como profesa y
como miembro de la comunidad.
Cuando llegó la
Revolución fue expulsada, como las demás monjas, del
monasterio. Su familia le ofreció asilo en su casa natal pero
ella prefirió quedarse con las demás hermanas, para
procurar mantener el espíritu religioso y, en la medida de lo
posible, la vida común, dando alto ejemplo de paciencia y
profunda vida interior. El 22 de abril de 1794 fue arrestada con las
demás hermanas y con ellas conducida a Orange y encerrada en la
prisión de La Cure. Durante catorce días pudo con sus
compañeras llevar vida de común piedad y observancia
religiosa. Pero el día 6 de julio se produjo la primera condena
a guillotina de una de las religiosas detenidas, una hermana
benedictina, y al día siguiente sor Ifigenia era llamada a
juicio, ella sola, separada de sus compañeras, seguramente con
la esperanza de que viéndose sola flaquearía su fe.
La acusación contra ella fue ésta: «Yo os presento
y delante de vosotros acuso a Susana Gabriela Gaillard, una exnoble, de
unos 32 años, de la Congregación del Santísimo
Sacramento de Bolléne, donde tenía su residencia. Ella
jamás ha servido a la Revolución, ella ha hecho, por el
contrario, todo cuanto ha podido depender de ella para impedir su
progreso por el fanatismo y la superstición que excita con su
ejemplo, refractaria a la ley de su país, y ha rehusado
constantemente prestar el juramento que se le exige». La acusada
confesó abiertamente su profesión religiosa y su fe, se
negó a prestar el juramento que contrariaba su conciencia, y fue
condenada a morir en la guillotina, lo que se llevó a cabo en la
plaza de Orange aquel mismo día 7 de julio de 1794. Fue
beatificada el 10 de mayo de 1925 por Pío XI, junto con las
demás víctimas del mismo grupo.