BEATO HUGO DE FOSSES
10 de febrero
1163 d.C.
Nació en Fosses (Bélgica); fue ordenado sacerdote; y fue
canónigo de la iglesia colegial de su ciudad. En el 1119,
conoció a san Norberto, fundador de los premostratenses, del que
se hará amigo y asistente, profesó en los premostratenses
en Colonia en 1121. A partir de 1126 san Norberto, al ser nombrado
obispo de Magdeburgo, dejó en sus manos el cuidado y gobierno de
la Orden, como abad de Prémontré y superior
general.
Cuando Hugo de Fosses tomó la dirección de la Orden, se
encontraba ésta en un momento crítico. San Norberto se
había basado en la Regla de San Agustín; había
introducido costumbres y dictado ordenaciones; pero no había
tenido tiempo para redactar los Estatutos definitivos.
Rápidamente se puso Hugo a la obra, y ya en 1126 obtuvo del papa
Honorio II la aprobación de las primeras ordenaciones. Pero su
mérito principal consiste en haber dado la forma definitiva a los Estatutos de los
premonstratenses. En ellos se resolvía claramente la
cuestión sobre si la Orden de los premostratenses debía
ser simplemente una reforma de los canónigos de Sa
Agustín o una nueva Orden, con una finalidad nueva. Se trataba,
pues, de una nueva Orden, que sobre la base de la vida común de
los canónigos regulares, se dedicaba de lleno a la cura de
almas. El segundo mérito de Hugo consiste en haber dado un
poderoso impulso a la obra. Con el apoyo de la jerarquía,
particularmente de los Romanos Pontífices, la Orden se
propagó con relativa rapidez. Pío XI confirmó su
culto el 13 de julio de 1927.