HONORIO I
625-638 d.C.
Una nueva
herejía había estallado en Constantinopla, apoyada por el
emperador y por el patriarca. Se trataba del monotelismo,
derivación de la herejía monofisita, que negaba la
dualidad de voluntades (divina y humana) en Jesucristo. Afirmaba que
esta dualidad había existido antes de la encarnación, y
que después Dios y el Redentor se habían unificado
perfectamente. De ahí se podía deducir lógicamente
o que Jesucristo no había sufrido o que la naturaleza divina
estaba sujeta al dolor. El Papa Honorio, discípulo de Gregorio,
pero dotado de un carácter menos decidido que el del maestro,
aceptó un compromiso con respecto al monotelismo. Mientras el
Papa y el patriarca discutían acerca del monotelismo, Mahoma
fallecía, en 632, y el Islam empezaba su campaña de
conquistas, que iba a cambiar la faz del mundo.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)