BEATO GUILLERMO TIRRY
2 de mayo
1654 d.C.
Nació en Cork, Irlanda, en el seno de una apreciada familia de
la ciudad y le tocó vivir en tiempos en que el gobierno
inglés perseguía cruelmente a los católicos. Los
aspirantes a la vida religiosa y al sacerdocio se veían
obligados a expatriarse para cursar los estudios teológicos y
sólo podían reingresar en su país de modo
clandestino.
Guillermo profesó en la Orden de los agustinos
recoletos a los 18 años y cursó la carrera
eclesiástica en Valladolid (España), París y
Bruselas, ordenándose de sacerdote en 1636. En 1638
regresó a Irlanda, donde desempeñó diversas
actividades pastorales, como ayudante del obispo de Cork,
capellán y preceptor de familias nobles. En 1650 el gobierno
inglés prohibió el culto católico y, en
consecuencia, Guillermo quedó convertido en un clandestino,
buscado por la policía. Arrestado el Sábado Santo, 25
marzo de 1654, mientras celebraba la misa, fue conducido a la
cárcel de Clonmel.
Compareció ante el tribunal, que lo acusó de
contravenir la ley que lo obligaba a dejar el país, pero se le
ofrecía la vida y la libertad si se hacía protestante.
Permaneció firme en la fe y se negó a
abandonarla. La sentencia fue ejecutada durante el régimen
de Oliverio Cromwell. Llegado el 2 de mayo de aquel año,
fue sacado para ser ahorcado. llevaba su hábito agustino y un
rosario en las manos, cadenas en las muñecas y una soga al
cuello. Exhortaba a los que lo miraban ir al suplicio a ser fieles a la
Iglesia y al papa. Ya en el patíbulo, perdonó a todos,
pidió perdón de sus pecados y rogó que si
había entre la multitud algún sacerdote, lo absolviera.
En efecto, estaba el P. Provincial de su Orden entre los asistentes.
Seguidamente fue ahorcado. Fue beatificado el 27 de septiembre de
1992 por el Papa Juan Pablo II.