Natural
de Pisa, hermano de Pedro, cardenal de Pascual II. La vida de Guido
estuvo dedicada a la oración, meditación, el ayuno y la
limosna. Fue considerado santo en vida. Se retiene que pudo ser monje
camaldulense o Terciario franciscano, pero este dato no está
confirmado.
Para
no caer en el orgullo, decidió alejarse de la ciudad. Con 40
años dejó Pisa y fue ermitaño en Campo o en un
bosque cerca de Donaratico. Allí construyó un oratorio
dedicado a Santa María en la Gloria, donde esperó la
muerte entre ayunos y oraciones. Cuando murió fue sepultado en
un oratorio que había hecho construir. Hoy reposan sus restos en
la Iglesia de Donaratico.