En este caso, las manifestaciones de María se dan
en un jardín del macizo montañoso andino (altitud 3500
m.s.n.m.) del Área Recreacional de El Cajas, a 28 km de la
ciudad colonial de Cuenca (Azuay, Ecuador), capital provincial
declarada patrimonio cultural de la humanidad, de 250.000 habitantes y
situada a 2530 metros de altura.
El instrumento utilizado en este caso es una adolescente
de 16 años, estudiante secundaria, de nombre Patricia Talbot o
Pachi, por sobrenombre.
La primera aparición tuvo lugar en el dormitorio de
Patricia, el 28 de agosto de 1988, a las 4:50 de la madrugada. Era una
gran luz que invadió el lugar, desde la cual María se le
presentó diciéndole: "No temas. Soy tu Madre del Cielo.
Pon tus manos sobre el pecho y ora mucho por la paz del mundo que ahora
es cuando más lo necesita". Un fuerte olor a flores quedó
en el lugar durante tres días.
En el mes de octubre, Patricia viaja con el grupo de
modelos regionales a México y visita la catedral donde
María se le aparece por segunda vez. Patricia hace esta
descripción de la aparición de María: "Estaba
descalza sobre una nube, con un velo azul que le cubría la
cabeza hasta los tobillos y una túnica blanca con una pechera
roja. Tiene los ojos grandes y rasgados color miel, al igual que el
cabello que le sale por los lados del velo; la nariz pequeña y
recta, sus labios delgados y su rostro fino. La piel es dorada. Lleva
el rosario en su mano derecha y lo sostiene del otro extremo cerca de
la cruz, con la izquierda. El rosario es café y la cruz tiene un
Cristo de metal". Allí María le enseña a rezar
pausadamente porque, le dice, "las oraciones rezadas con
precipitación no llegan al Cielo". Esto ocurría el 7 de
octubre a las 16 horas.
Allí mismo, en México, pero en la
Basílica de Guadalupe, María se le manifiesta otras dos
veces, el 8 y el 10 de octubre. En esta segunda ocasión,
María revela su nombre de Guardiana de la Fe y le avisa que le
va a comunicar un gran secreto en correspondencia al revelado a otros
videntes. Y al mismo tiempo le expresa el eje de la misión que
le encomienda: la conversión del mundo. En este viaje, Pachi es
acompañada por la responsable del grupo de modelaje, la sra.
Bernardita Jerves, que también recibe gracias especiales de
conversión y misión.
A partir de junio de 1989, María lleva a Patricia a
ubicar un lugar en "El Cajas" donde ella se manifestará durante
seis meses, el primer sábado de cada mes con gracias de
conversión y sanación para los peregrinos que
concurrieran allí.
La última aparición es el 3 de marzo de 1990
ante más de cien mil peregrinos, donde María se despide
con diversas afirmaciones, exhortaciones y promesas. Por ejemplo:
"Hijos, al final Dios triunfará sobre todas las cosas.
"Hijos, sacerdotes y religiosas, ayuden a la conversión del
mundo, la redención de las almas y la purificación.
"Al final de todas las apariciones en el mundo dejaré una gran
señal en este lugar y en todos en los que he estado.
"Quiero que en este lugar se haga mi Santuario en donde se
adorará a Dios Padre, a mi Hijo y al Espíritu de Dios.
"Mis lágrimas son derramadas por la maldad que existe en el
mundo, por el ateísmo y el materialismo, por la adoración
a dioses falsos, por ignorar la Palabra de Dios y los sacramentos.
"Yo no he venido para que me reconozcan a mí sino para que
reconozcan a mi Hijo Jesús en su corazón.
"Yo soy la Madre de todos: de los que creen y no creen en mí.
"El dolor por haberles avisado lo que se viene sobre el mundo llena mi
corazón de tristeza. Yo también fui madre y sentí
el dolor de desprenderme de mi Hijo; así siento hoy el dolor de
despedirme de ustedes: porque yo soy su Madre"..
"Satanás llegará a la cumbre siendo adorado por mis
hijos, sus imágenes serán idolatradas. Existirá un
falso profeta que los envolverá diciendo que es Dios, pero es de
la sangre del demonio, él le hará la traición al
Padre. El que tiene corazón y sabiduría lo
reconocerá puesto que el lleva la marca de la bestia.
Satanás está suelto para tentar a mis pequeños,
pero yo soy la mujer que el Padre anunció, la que pisará
la cabeza de la serpiente que es Satanás".
Los mensajes recibidos y transmitidos por Patricia Talbot
de Vega, en este tiempo, alcanzan a 98, en su mayoría de
María y algunos del Señor. Luego, en forma privada,
continúa recibiendo mensajes.
Entre los sucesos posteriores se cuenta un viaje de
Patricia, su madre Carmencita y su amiga Bernardita a Roma, donde
Patricia entregó a Juan Pablo II un mensaje reservado para
él. El Dr. Ricardo Castañón Gómez ha hecho
estudios médicos y científicos sobre la vidente con
resultados confirmatorios.
Las apariciones en El Cajas son todavía objeto de
discernimiento por parte de la Iglesia y el arzobispado de Cuenca no se
ha pronunciado al respecto.
PRIMERA APARICIÓN:
El 28 de Agosto de 1988, despertándose a las 4:30 de la
madrugada, Pachi vio su cuarto iluminado por una luz brillante.
Pensó que se había quedado dormida con la luz encendida,
pero enseguida notó que la luz era tan fuerte que aún
tapándose los ojos con la cobija, seguía viendo la
potente luz. Estuvo un rato esperando que la luz se desvaneciera, sin
el valor de mirarla de frente, y finalmente retiró la cobija de
su cara. Dentro de la luz vio la figura de una joven mujer, muy bella,
la cual le dijo: "No temas, Yo soy tu Madre del Cielo. Cruza tus manos
sobre tu pecho y ora. Ora mucho por la paz del mundo. Te amo mucho,
hijita mía. Cambia. Reza por los Sacerdotes y los Religiosos,
porque Satanás los tienta con el pecado, y su principal ataque
será la confusión. Mañana, a primera hora, deseo
que tú, hijita mía, me hagas un altar en este sitio y
coloques velas benditas. Yo soy la Guardiana de la FE, y estaré
siempre contigo. Ahora, mi pequeña, llama a tu mamá; ora
hasta el amanecer como te he mostrado. Te amo mucho, mi pequeña
niña.
Pachi se asustó mucho, pero no estaba aterrada. Y cuando la
Señora le dijo que cruzara sus manos sobre su pecho y orara,
comenzó a orar muy rápido, diciendo Padre Nuestro, que
estás en los cielos... Pero la Señora le dijo:
"Así no, sino así", y empezó a orar con ella,
diciendo, muy despacio: "Padre Nuestro, que estás en los
cielos..." Al terminar de hablar, la bella Señora
desapareció, dejando un delicado aroma de flores, el cual
permaneció por tres días en toda la casa.
Pachi se sintió confundida por lo que acababa de experimentar y
empezó a llorar. Entonces despertó a su mamá y le
relató lo que había sucedido, poniéndose las dos a
orar hasta el amanecer, como Nuestra Señora le había
pedido. Más tarde, esa misma mañana, con algunas amigas a
quienes les había confiado lo sucedido, Pachi fue a comprar
velas y poder acondicionar un pequeño altar. En los días
siguientes, toda la familia se congregó para rezar con
regularidad y poco a poco los amigos cercanos comenzaron a creer, y
luego otras personas venían a orar al sitio
LA EXPERIENCIA EN MÉXICO:
A principios de octubre, Pachi se preparaba para ir a
Costa Rica y México con el grupo de modelos. En Ciudad de
México, Pachi, sintió la necesidad de arrodillarse ante
un altar lateral dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe.
Allí tuvo una experiencia que transformaría su vida. Al
cerrar sus ojos para orar, Pachi sintió un profundo
arrepentimiento de sus pecados, y tuvo una visión en la que
niños de todas las razas del mundo, cubiertos de llagas, estaban
en un campo de donde salía una gran humareda. Era una
visión de la condición humana, necesitada de
sanación. Nuestra Señora le dijo: "Hijita reza mucho por
la paz del mundo, porque es ahora cuando más lo necesita. Estoy
deteniendo el brazo de mi Hijo. Cambien y conviértanse. Te amo
mucho. Adiós".
De regreso a Cuenca, la vidente fue a ver al Arzobispo, le
contó sobre las apariciones de Nuestra Señora y le
entregó los mensajes recibidos. Pero una respuesta positiva de
su parte estaba lejos.
Por otra parte, Pachi sentía que su vida estaba
cambiando y ya no quería ser modelo. Pero las presiones que
tenía eran muchas, y entonces, un día, rezando en su
habitación, nuevamente vio a Nuestra Señora, que le dijo:
"Soy tu Madre del Cielo, la Santísima Virgen María, la
Guardiana de la Fe. No sabes cuánto me alegra verte de nuevo, mi
pequeña alma. Has tomado una sabia decisión". Pachi
sintió una gran paz.
En enero de 1989 las estatuas y las estampitas religiosas
de la habitación de Pachi comenzaron a exudar aceite. Ese aceite
ha servido para aliviar a los enfermos y atribulados. En ese entonces
el Obispo Luna creó una comisión para estudiar las
apariciones. El primer informe no reconocía la sobrenaturalidad
de los hechos, pero en 1990 se reabrió la investigación
que espera dar una conclusión definitiva.
Desde junio de 1989 los encuentros con Nuestra
Señora fueron en El Cajas, donde se aparecía los jueves y
los sábados. Algunas personas tuvieron experiencias especiales.
Veían movimientos muy llamativos en el sol (como en
Fátima) y las caras y manos de los presentes brillaban con
pequeñas escarchitas. Hubo muchos frutos de conversión y
nació una misión de ayuda a los más necesitados.
Para la última aparición, unas 115.000 personas
viajaron hasta El Cajas. Nuestra Señora les dio la
bendición y les manifestó su inmenso amor. Les
pidió seguir orando y no olvidar el gran mandamiento del amor.
La vidente está casada, pero no tiene hijos. Dice que los
mensajes que recibió se están cumpliendo. Su trabajo con
la comunidad católica ha sido silencioso, pero activo.
Está más dedicada a difundir aquel mensaje divino que un
día ella aseguró haber recibido de la Madre de
Jesús: la conversión en cuerpo y alma de la persona para
llegar a Dios y así alcanzar la salvación.
Patricia Talbot Borrero, o la Pachi como le dicen sus
familiares y amigos, lo repite en cada charla espiritual o testimonio
que ofrece. Aquella joven cuencana que hace 15 años se dio a
conocer en los ámbitos local y mundial por afirmar que se le
aparecía la Virgen María, ahora es una ama de casa,
dedicada a su esposo, a la catequesis y a fortalecer la comunidad
Guardiana de la Fe, que se creó a raíz de estos hechos.
En estos últimos tres días ella ha estado al
frente de las celebraciones que se dan por los 15 años de estas
apariciones, que no son aprobadas pero tampoco rechazadas por la
Iglesia Católica. La noche del pasado jueves, fecha del
aniversario, estuvo en el santuario de El Cajas donde se celebró
una misa y el viernes dio testimonio de cómo era su vida antes
de su primer contacto con la Virgen, en un acto que se efectuó
en el centro cultural Ramírez.
Entonces, recordó que tenía 16 años y
que no le gustaba mucho ir a los templos o participar en los rezos del
rosario, vía crucis, etcétera. “Si no hubiera sido por
ella (la Virgen) yo no estaría aquí”, repetía en
el auditorio, que estaba atestado de creyentes.
Ahora con 31 años, de los cuales tiene doce de
matrimonio con Andrés Vega, está entregada por entero a
pedir a los feligreses un cambio de vida como se dio en ella.
¿Cómo? Pues, según Patricia, a través de la
oración, el arrepentimiento y el rezo del rosario. Desde su
último acto público que tuvo en marzo de 1990, donde
ratificó que la Virgen María se aparecería por
última ocasión en El Cajas, ella ha evitado la
publicidad. Hace tres años se defendió de quienes
llegaron a criticar que los mensajes que daba en el santuario no eran
reales, sino grabados. Hoy, señala que siempre el mal quiere
valerse de medios para evitar que triunfe la fe en Dios.
En una entrevista concedida a este Diario, la noche del
viernes, Patricia asegura que no ha vuelto a ver a la Virgen
María, pero que siente su presencia y la de Jesús durante
sus oraciones. Algunos de los mensajes que recibió, afirma, se
están cumpliendo. No los revela porque no puede hacerlo por
pedido de la Iglesia, aunque señala que el “fortalecimiento de
la fe y la conversión en los feligreses son signos”.
El hecho de que hayan decretado Santuario Mariano
(diciembre del 2002) al sitio donde se dieron las apariciones
significó para Patricia una alegría debido a que la
Iglesia se hizo eco de las manifestaciones de fe hacia Dios y la Virgen
que hay en el sitio.
Todavía ella no tiene hijos. “Eso se lo dejo al
Señor”, justifica la mujer de tez blanca y mirada profunda. Por
ahora su prioridad es ayudar a la Iglesia como una laica consagrada.
Por eso, insiste en que no se debe dejar la tarea solo a los
sacerdotes, sino que está “en uno comprometerse y participar
activamente en la difusión del evangelio”.
Patricia Talbot, la vidente, insiste que el camino hacia
Dios no es fácil, porque tiene que haber una conversión
verdadera, de corazón. “Cada uno puede hacerlo, pero tiene que
tener fe y si está decidido a hacerlo; si hay eso, hay
esperanza”.
MENSAJES:
En general los mensajes son un llamado a la
oración, a la consagración al Corazón Inmaculado
de María y al Corazón misericordioso de Jesús, al
rezo del Rosario y el uso del Escapulario del Carmen, como
protección contra el mal, a la penitencia, al ayuno, y a
incrementar la asistencia a la Santa Misa. Nuestra Señora le dio
a Pachi avisos sobre posibles catástrofes, tanto naturales como
provocadas por el hombre, UNA POSIBLE TERCERA GUERRA MUNDIAL y
sufrimientos para el Santo Padre y la Iglesia. También le dijo
que la humanidad debe prepararse diligentemente para el Reino del
Sagrado Corazón de Jesús.
En noviembre de 1988, Nuestra Señora le
reveló algunas cosas sobre el gran castigo que se cierne sobre
la humanidad, pero le pidió no revelar este secreto. Le ha
hablado de los días de oscuridad que vendrán y de
acontecimientos cósmicos que sucederán como signos de los
cambios que se avecinan.
También Pachi ha visitado al Santo Padre, en Roma,
y le ha entregado un mensaje de Nuestra Señora. También
Bernardita Jerves experimentó la recepción de mensajes, y
parece ser que su misión se dará cuando Pachi deje este
mundo y ciertos acontecimientos comiencen a suceder.
CONCLUSIÓN:
Pachi terminó sus estudios en 1990 y luego se casó
con Andrés Vega, su novio desde hacía algunos
años, después de realizar unos ejercicios espirituales,
pedido que le hizo su director espiritual.
El 22 de Febrero de 1991, casi un año
después de la última aparición, Pachi
experimentó su primera locución interior. De ahí
en adelante comenzó un período de visiones y locuciones
de Nuestra Señora, de Jesús, de San Miguel
Arcángel y de San José, hasta 1994. Muchas visiones son
de Jesús, sufriente, que pide almas víctimas que se
identifiquen con su Santísima Humanidad. No sólo pide el
Señor la conversión, sino almas semejantes a Él.
El llamado de Jesús y de María Santísima es un
llamado a la santidad.
En Cuenca, continúan las reuniones en el Centro de
Oración y en casas particulares. La Obra de la Misericordia, que
da alimentación y vestido a los más necesitados, sigue
creciendo. En El Cajas, cada primer sábado de mes los peregrinos
suben a orar. La presencia de María permanece entre ellos. La
Guardiana de la FE protege a sus hijos.
(Pbro. José Manuel Silva
Moreno)