BEATO GREGORIO MORALES MEMBRIVES
1936 d.C.
31 de agosto
Nacido en esta aldea del municipio
granadino de Caniles, fue bautizado en su Iglesia Parroquial de san Antonio
de Padua al día siguiente de su nacimiento. En 1901 marchó
al Seminario de Almería por su vocación presbiteral. Como recordaba
su sobrino don Gregorio: «Pertenecía a una familia humilde,
sus estudios en el Seminario los pudo hacer sirviendo de fámulo. En
vacaciones trabajaba en una fábrica de mosaicos para ayudarse en sus
estudios. »
Ordenado presbítero el diecisiete de mayo de 1913 en
la capilla de san Indalecio de la Catedral almeriense, su primer destino
pastoral fue la capellanía del Convento de las Claras. Entre 1913
y 1915 fue Coadjutor de la Parroquia de Gérgal. Ese mismo año
regresó a Almería, como Capellán de la iglesia de la
Sagrada Familia. Se ocupó de las capellanías de las Damas Catequistas,
de las Hijas de la Caridad, de las Religiosas de María Inmaculada
y de Araoz.
En 1919 fue nombrado Sacristán Mayor de la Catedral de
la Encarnación, dedicando desde entonces su vida al templo catedralicio.
Don Manuel Román González consigna que: «Se ocupaba con
gran celo y competencia de la formación de los niños y jóvenes
cantores del Colegio de Seises de la Catedral, de donde incluso salían
vocaciones para el Seminario. »
Al estallar la Persecución Religiosa buscó refugio
en la vega almeriense junto a su sobrino, el siervo de Dios don Pedro Almécija
Morales. Allí fueron detenidos el veintitrés de julio de 1936
y, también juntos, padecieron martirio. Cincuenta y tres años
de edad contaba al momento de recibir la corona del martirio.