BEATO GREGORIO DE NONANTOLA
933 d.C.
3 de agosto
El Beato Gregorio es el decimosexto
sucesor de San Anselmo en la lista de los abades de Nonantola. La abadía
de Nonantola fue fundada en el año 752 por Anselmo, en un territorio
recibido como obsequio de su cuñado, el rey Astolfo. Anselmo, antes
Duque de Friuli se había convertido en un monje benedictino. La fundación
de la abadía dio a los longobardos la posibilidad de aumentar su influencia
en la zona con el exarcado bizantino, que acababan de conquistar.
La iglesia de la abadía fue dedicada a la Virgen María
y a San Benito, luego a los Santos Apóstoles y más tarde a
San Silvestre. El nombre del Beato Gregorio aparece en el antiguo catálogo
de los abades como el sucesor de Pedro III, en 913 y también en un
testamento del Conde Anselmo de Verona, a la hora de donar todos sus bienes
a Nonantola.
El Beato Gregorio gobernó el monasterio hasta el 929,
cuando decidió abandonar la abadía para retirarse a la vida
de un ermitaño en Solario, en la provincia de Módena. Hizo
esta experiencia de soledad durante tres años, seis meses y catorce
días y luego regresó al monasterio de Nonantola. La tradición
nos dice que en Nonantola tuvo una vida ejemplar, mientras que gobernó
la abadía de Ingelberto y murió el 3 de agosto de 933. En varios
textos se informa que terminó su vida en "muerte santa".