GREGORIO IV
827-844 d.C.
El
Cristianismo siguió expandiéndose hacia el norte y el
este de Europa, en Dinamarca, Suecia y Panonia (Hungría); pero,
desde el sur, la sombra de la media luna empezaba a externderse sobre
Italia. Gregorio IV fortificó Ostia, el antiguo puerto de Roma,
para defender el estado pontificio de los sarracenos que habían
desembarcado en Sicilia (827). La rápida descomposición
del Imperio carolingio se produjo en la misma época, lo que
impidió a los francos intervenir a favor del Papa en su lucha
contra los infieles. Los tres hijos del emperador Luis el Piadoso se
rebelaron contra él y le declararon la guerra (833), combatiendo
también entre sí.
El Papa vino a Francia, pero el clero mismo se encontraba
dividido entre los varios partidos del Imperio. Luis el Piadoso
murió en 837, perdonando cristianamente a todos, y cuatro
años más tarde el Tratado de Verdun ponía fin a
las discordias, dividiendo para siempre el Imperio: Luis el
Germánico se quedó con la parte oriental, la futura
Alemania; Carlos el Calvo, con la occidental, la futura Francia;
mientras Lotario conserbaba el título de emperador y reina sobre
un territorio que pronto se dividirá a su vez en tres fragmentos
independientes: Bulgaria, Lorena e Italia. En 843 se
terminó en Bizancio la lucha iconoclasta, despuésde
más de un siglo de trágicos acontecimientos.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)