BEATO GOMISDAS
KEUMURGIAN
5 de noviembre
1707 d.C.
Gomisdas Keumurdjian, de origen
armenia, nació en Constantinopla, se casó a los 20
años y fue ordenado sacerdote por la Iglesia armenia ortodoxa.
Fue educado por el obispo Mena de Autep, que en la ciudad de Sumar le
enseñó la lengua armenia, la Filosofía y la
Teología. Fue nombrado arcipreste de la iglesia armenia de
Constantinopla y ejerció su cargo con gran celo. Su
dedicación al estudio le llevó a descubrir la
primacía de Pedro en la Iglesia, y sin que nadie hubiera
intervenido en su decisión, en 1696, junto con su familia hizo
acto de adhesión a Roma, lo que irritó a los armenios que
le acusaron, diez años después, ante las autoridades
turcas de ser un agente de las potencias enemigas; por esta
razón fue encarcelado.
Compró su libertad con dinero y volvió a su casa. No
obstante, la persecución seguía, y optó por
entregarse en manos de Dios y no volver a huir. Arrestado de nuevo y al
negarse a pasarse al Islam, porque el Visir le quería salvar,
fue decretada su ejecución, por traición. Le
acompañaban dos feligreses y al verlos titubeantes pidió,
ser él último para sostenerlo en la fe, pero no se lo
concedieron. Fue decapitado en Constantinopla, y los dos fieles cuando
presenciaron esta muerte apostataron y fueron dejados libres. La
opinión pública, no solo católica sino
también ortodoxa, que le fue adversa en vida, varío en su
muerte, pues al no querer apostatar del cristianismo y hacerse
musulmán, los mismos ortodoxos lo tuvieron como mártir
del cristianismo.
El mártir fue sepultado por el clero del rito ortodoxo griego,
porque ningún sacerdote católico se atrevió a
oficiar. Gomidas Keumurgian fue beatificado en 1929 por Pío XI.
Es sin duda el mártir más ilustre de Constantinopla desde
la época de la persecución iconoclasta (siglo IX) y,
probablemente, el primer sacerdote mártir a cuya
ejecución asistieron su esposa y sus hijos. Uno de éstos,
llamado también Gomidas, entró más tarde a servir
al rey de Nápoles y adoptó el nombre de Cosme di
Carbognano; sus descendientes conservaron el nombre, y alguna vez se
aplica también al mártir.
Página Principal
(Pbro. José Manuel Silva Moreno)