BEATO GINES CESPEDES GEREZ
1936 d.C.
26 de septiembre
Natural de la marinera villa
de Garrucha, recibió las aguas bautismales en la Iglesia Parroquial
de san Joaquín al cuarto día de su nacimiento. Niño
de gran sensibilidad, manifestó desde siempre una honda vocación
al sacerdocio. Sus cuartillas infantiles aparecen emborronadas con versos
que reflejan su profundo amor a la Madre de Dios.
Tras rechazar las ofertas de su padre para que estudiara la
carrera que deseara, ingresó en el Seminario de Almería en
1913. A sus estudios, brillantísimos, sumó diversos diplomas
y premios que prueban su abnegación al estudio. Desde entonces tuvo
fama como orador y escritor, colaborando con el diario católico La
Independencia.
Ordenado presbítero el catorce de junio de 1924 en el
Santuario de la Santísima Virgen del Mar de Almería, con gran
regocijo celebró su primera Misa en su Garrucha natal durante la solemnidad
de san Juan Bautista. Coadjutor de Níjar durante tres meses, en octubre
llegó a Fernán – Pérez donde entregaría la totalidad
de su ministerio pastoral. Primero Cura Regente, desde 1930 fue Cura Ecónomo
y, finalmente, Cura en propiedad. Aunque aprobó las oposiciones para
ser canónigo catedralicio en 1928, no llegó a ocupar un sitial
en el coro. En 1932 fue nombrado arcipreste de Níjar.
Por la Persecución Religiosa buscó refugio junto
al párroco del Alquián. Los milicianos, al no hallarlo, registraron
la casa de sus padres y los amenazaron. Para alejar el peligro de los suyos,
se presentó él mismo ante sus verdugos el veintiséis
de agosto de 1936 y fue preso en el barco Astoy Mendi. Al ofrecerle la libertad
sí se enrolaba en la propaganda antirreligiosa, contestó: «¡Sí
veinte veces naciera sería siempre sacerdote; el mundo no termina
en España!». A sus treinta y cuatro años fue martirizado
en el Pozo de Cantavieja.