BEATO GABRIEL FERRETI
9 de noviembre
1456 d.C.
Nació en Ancona, en el seno de una noble familia:
descendía de la familia de los Ferretti. A los 18 años
contra la voluntad de sus padres tomó el hábito de los
hermanos Menores en el convento anconitano de San Francisco ad Alto,
donde se consagró totalmente a Dios emitiendo los votos. En el
silencio de su eremitorio, todo concentrado en Dios en el ejercicio de
la vida religiosa profundizó en el estudio de las ciencias
teológicas. Ordenado sacerdote se dedicó al apostolado
entre pobres y enfermos y pronto fue considerado el Padre de Ancona.
Las
virtudes y dotes de
Gabriel llamaron la atención de los superiores, que en 1425 lo
eligieron guardián del convento de San Francesco ad Alto. No
sólo restauró y engrandeció el convento, sino que
se distinguió en la heroica asistencia a los apestados en los
años 1425 y 1427.
Los Hermanos Menores
de la Provincia Seráfica de las Marcas, reunidos en
capítulo, en 1434 lo eligieron Ministro Provincial.
Contribuyó eficazmente a propagar la fiel observancia de la
regla franciscana en las Marcas. El Pontífice Eugenio IV le
concedió amplias facultades para abrir nuevos conventos, como en
Santa María de las Gracias en San Severino Marcas, San
Nicolás en Ascoli Piceno y la Anunciación en Osimo.
Además, a pesar de las múltiples y pesadas ocupaciones,
continuó interesándose por el convento de San Francisco
ad Alto y sus conciudadanos de Ancona. En 1438, por sugerencia de su
íntimo amigo Santiago de la Marca, fue llamado por el Ministro
general Padre Guillermo de Casale a predicar en Bosnia, donde ya
anunciaban la divina palabra el mismo Santiago de la Marca y otros
religiosos.
El consejo comunal de
Ancona, temiendo verse privado de la amorosa asistencia de su santo
fraile, suplicó que se le volviera a dejar en Ancona,
petición que fue acogida. Así Gabriel permaneció
en las Marcas continuando su asistencia a los pobres y enfermos de su
ciudad.
Alma eminentemente mariana, tenía una tierna devoción a
María y difundió ampliamente la corona franciscana de las
siete alegrías de la Bienaventurada Virgen María. Fue
favorecido por una aparición de María. También
Dios mismo quiso premiar las virtudes de su siervo con el don de la
profecía y de los prodigios. Una sobrina suya de nombre
Casandra, imposibilitada para caminar, se dirigió a su santo
tío. Este oró, luego trazó un signo de la cruz
sobre la articulación afectada y la enferma quedó curada.
Gabriel terminó su existencia a los 71 años en el
convento de Ancona, asistido por Santiago de la Marca, quien en el
funeral exaltó las virtudes del santo cohermano. Fue
beatificado por SS Benedicto XIV en 1753.