VENERABLE FRANCISCO
MAXIMIANO VALDÉS SUBERCASEAUX
1982 d.C.
4 de enero
Nació en
Santiago de Chile, en la parroquia de San Miguel, el 23 de septiembre
de 1908, hijo de Horacio Valdés Ortúzar y Blanca
Subercaseaux Errázuriz, siendo bautizado al día siguiente
con el nombre de Maximiano Valdés Subercaseaux.
Aún no tenía dos años cuando
sufrió una grave enfermedad intestinal, de la cual fue sanado
mediante hidroterapia por el misionero capuchino Taddeo de Wisent, de
la Provincia de Baviera, cuyos frailes estaban presentes como
misioneros en la Araucanía desde 1895.
Su primera formación humana y cristiana la
recibió en la familia, en particular de la madre, profundamente
creyente y practicante. Sucesivamente frecuentó en primer lugar
el Colegio del Sagrado Corazón de los padres de Picpus y luego
el Instituto de los padres Jesuitas de Santiago. Por especial
concesión pontificia, el pequeño Maximiano pudo recibir
la primera comunión el 4 de abril de 1913.
Con sus padres realizó un viaje a Roma, donde su
abuelo materno era Embajador ante la Santa Sede. Aquí
decidió abrazar el estado sacerdotal, entrando en el Colegio Pio
Latinoamericano y frecuentando la facultad de filosofía en la
Universidad Gregoriana, donde el 10 de julio de 1929 consiguió
el doctorado. Su presencia en Roma coincide con la celebración
del VII Centenario de la muerte de san Francisco de Asís
(1926-1927) y la beatificación de Francisco María de
Camporosso (30 de junio de 1929).
La noticia de que en un incendio en Valdivia (Chile)
murieron dos frailes capuchinos que él conocía, lo
orientó hacia la Orden de los Frailes Menores Capuchinos. El 26
de enero de 1930 iniciaba el año de noviciado en Laufen, en la
Provincia de Baviera. El 1 de febrero de 1931 frecuenta los cursos de
teología en la universidad de Eichstätt. A causa de la
dificultad con el idioma continuó sus estudios de
teología en Venecia y aquí fue ordenado sacerdote el 17
de marzo de 1934.
El 3 de enero de 1935 retornaba a Chile siendo enviado por
la obediencia a desempeñar el ministerio pastoral en el
Vicariato de la Araucanía. Con gran entusiasmo desarrolla
diversos oficios. Pocos años más tarde, en 1939, fue
destinado a la misión de Boroa y en 1943 fue nombrado
párroco y misionero en Pucón.
El 15 de noviembre de 1955 el papa Pío XII
creó la nueva diócesis de Osorno y el 20 de junio de 1956
llamó a regirla al Venerable Siervo de Dios. Desde este momento
hasta la muerte dedicó todas sus fuerzas y energías al
nuevo campo de apostolado. Desde 1962 hasta 1965 participó de
las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II.
En noviembre de 1981 contrajo una enfermedad, luego de
haber celebrado el 26 de octubre los XXV años de
consagración episcopal; fue asistido primeramente en Santiago y
luego en Pucón. De aquí envió el 28 de diciembre
de 1981 el último mensaje a los fieles de su diócesis. El
Siervo de Dios se apagó serenamente el 4 de enero de 1982,
dejando en aquellos que lo habían conocido el recuerdo de una
santidad vivida. El 7 de enero se celebraron los solemnes funerales en
la catedral de Osorno con la presencia de numerosos obispos, sacerdotes
y fieles.