BEATO FRANCISCO INGLEBY
3 de junio
1586 d.C.
Francisco Ingleby o Ingelby nació en Ripley, en el Yorkshire, en
el seno de una familia acomodada de la pequeña nobleza. Decidido
por el sacerdocio, marchó al Colegio de Reims, donde
realizó los estudios, ordenándose en Laon en diciembre de
1583 y marchando después a Inglaterra el 5 de abril de 1584.
Inmediatamente fue apreciado por los fieles católicos de la zona
de York a causa de sus magníficas cualidades y evidentes
virtudes, y lamentaron su pronta prisión.
Su proceso tuvo lugar en York en 1586. Los jueces lo condenaron como
traidor sin haberle podido achacar otra cosa que el haberse ordenado
sacerdote en el extranjero y haber ejercitado el ministerio sacerdotal
en Inglaterra. Quisieron forzarlo a prestar un juramento de decir la
verdad, con el que pretendían sacarle los nombres de las
personas católicas que le habían hospedado. Pero el
mártir no cayó en el engaño. Cuando recibió
la sentencia de muerte, dijo: «Credo videre bona Domini in
terra viventium» (creo que veré los bienes del
Señor en el país de los vivientes, de Sal 27,13). A su
vuelta al castillo donde estaba preso, los católicos lo rodearon
pidiéndole la bendición y él dijo:
«Qué dulce juicio». El mismo carcelero
elogiaría la alegría con que vivió los días
posteriores a su condena. Fue ahorcado y descuartizado el 3 de junio de
1586, y beatificado el 22 de noviembre de 1987 por SS Juan Pablo II.