BEATO FLORENTINO PEREZ
ROMERO
1936 d.C.
23 de agosto
Cerca del
pueblo de Vallbona siempre en el territorio de Valencia en
España, beatos mártires Florentino Pérez Romero,
sacerdote, y Urbano Gil Sáez, religioso, de la Tercera Orden de
San Francisco de los Capuchinos de la Virgen de los Dolores, que
llevaron hasta el final el combate por la fe durante la misma
persecución.
Florentino nació en Valdecuenca, hijo de Francisco
e Ignacia, al quedar huérfano de padre es internado en el Asilo
de San Nicolás de Bari, regentado por los Terciarios Capuchinos.
Ingresa en el Instituto en 1919 y en 1928 es ordenado sacerdote.
Simpático, alegre, sin malicia, sencillo, piadoso, paciente,
candoroso, muy devoto de la Santísima Virgen.
Trabaja primero en reeducación, luego en la escuela
seráfica de la comunidad, después como profesor de
música y educador de niños en el convento de Monte
Sión. Estando en el noviciado de San José, en Godella,
estalla la guerra civil. En una ocasión se salvó de la
ejecución junto con otros compañeros, estando ya
preparados. Se refugió en Benaguasil, donde fue apresado y
a los tres días, con Fray Urbano Gil Saes, fueron sacrificados
en la salida de Pobla de Villabona.