BEATO FEDERICO RUBIO
ALVAREZ
25 de julio
1936 d.C.
Cercano a Talavera de la Reina en el territorio de Toledo,
España, beatos mártires Federico (Carlos) Rubio
Álvarez, sacerdote, Primo Martínez de San Vicente
Castillo, Jerónimo Ochoa Urdangarín y Juan
de la Cruz (Eloy) Delgado Pastor, religiosos y
mártires, que, todos miembros de la Orden de San Juan de Dios,
en la misma persecución consiguieron merecidamente la corona de
la gloria.
El centro de Talavera
de la Reina en Toledo era una Escuela Apostólica misionera
hospitalaria fundada el año 1935. La comunidad estaba
compuesta por 4 miembros a parte de los estudiantes. Hasta el 23
de julio de 1936 no se deja sentir directamente la persecución
religiosa. El 25 de julio por la mañana son arrestados con
gran atropello los 4 hermanos y son llevados ante un tribunal; por la
tarde los sacaron de la ciudad y junto al Santuario de la Virgen del
Prado los fusilaron bárbaramente.
Federico Rubio Álvarez nació en
Benavides de Órbigo (León) en 1862. Ingresó en la
Orden Hospitalaria de San Juan de Dios a los 19 años, profeso en
1899. Estudió en la universidad Gregoriana de Roma, y fue
ordenado sacerdote. Fue nombrado superior en Gibraltar, Granada y San
Rafael, de Madrid, maestro de novicios, provincial de España y
director espiritual de las Escolanías de Ciempozuelos y
Talavera. Sobresalió por su devoción y confianza en la
Providencia, sencillez, mortificación y devoción a la
Sagrada Familia y al Sagrado Corazón de María.
Cuando fue arrestado, junto con sus hermanos, le obligaron a vestir de
paisano. Les manifestó que era sacerdote y que deseaba ir
vestido de religioso a donde quiera que le llevasen. Esto irritó
a los que le custodiaban, y lo insultaron. Ante el tribunal su
declaración fue: “Me llamo Federico y soy sacerdote, y como no
sé el tiempo que hemos de estar aquí, traigo unas hostias
por si puedo celebrar Misa”. Murió fusilado en Talavera de la
Reina.