BEATA EUROSIA FABRIS
8 de enero
1932 d.C.
Nació en Quinto Vicentino, Vicenza (Italia), en el seno de una
familia de campesinos. En 1870, se trasladó con su familia a
Marola, pedanía de Torri di Quartesolo (Vicenza) donde
vivió toda su vida. Su infancia la pasó trabajando en el
campo y en las tareas domésticas, al mismo tiempo que
aprendió a leer y a escribir. Aprendió costura y fue
maestra en esta disciplina. Se inscribió en la Asociación
de las Hijas de María, y tuvo una gran devoción por
María, para ello contribuyó el cercano santuario de la
Virgen de Monte Berico, referencia de su devoción.
También fue devota del Espíritu Santo, el pesebre, el
crucifijo, el sagrario, las ánimas del purgatorio. Fue un
apóstol con su familia, sus amigas y en la parroquia donde fue
catequista de niñas, y de las jovenes que iban a su casa para
aprender corte y confección.
A los 18 años
era una joven seria, piadosa y trabajadora; tuvo varias propuestas de
matrimonio pero ella se negó, hasta que, para ayudar a un vecino
que se había quedado viudo con dos niños pequeños,
consideró que la voluntad de Dios era casarse con él, por
el bien de los niños. En 1886 se casó con Carlo Barban,
con el que tuvo 9 hijos, más las dos hijas de su marido y otras
niñas huérfanas que adoptó. A Eurosia en su casa
la llamaban Rosina, y toda su familia “Mamma Rosa”. Educó a sus
hijos en una sólida formación cristina, y les
demostró un gran afecto, desviviendose por ellos, (tres de sus
hijos fueron ordenados sacerdotes, dos diocesanos y otro franciscano).
Fue una excelente esposa, y en el matrimonio existió una gran
armonía. Se cuidó siempre de los pobres y enfermos, y en
1930 sufrió la muerte de su marido.
Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco, y su familia se
convirtió en una pequeña iglesia doméstica. En
este empeño de educar en la fe y caridad a los más
necesitados. Mamma Rosa se consumió y murió con
serenidad. El Cardenal José Saraiva Martins, en nombre de
SS Benedicto XVI, la beatificó el 6 de noviembre de 2005.