ESTEBAN III
767-772 d.C.



   Mientras Paulo I agonizaba, el duque Teodoro de Nepi trató de imponer por la violencia a su hermano como nuevo Papa, bajo el nombre de Constantino II. Era el primer Papa laico. Los adversarios de Constantino se dirigieron a los longobardos, que impusieron a un sacerdote llamado Felipe, pero que no gustó a los romanos. El diácono Cristobal impuso un nuevo Papa en la persona de Esteban III y persiguió violentamente al partido de Constantino, mientras Carlos y Carlomán, los sucesores de Pipino, fallecido en 768, reconocían a Esteban. Estas violencias anunciaban un trágico y sangriento periodo en la historia de Roma.

   Constantino fue condenado, le sacaron los ojos a él y a varios de sus partidarios y, como represalia, algunos partidarios de Esteban sufrieron la misma suerte. Un Concilio fue convocado en Letrán, en abril de 769, que condenó otra vez a Constantino y prohibió a los laicos presentarse como candidatos al trono pontificio. El Concilio, en el que participaban representantes de todo el mundo occidental, tomó posición en contra de la destrucción de las imágenes sagradas.

   Las tribulaciones de Esteban no habían terminado. El Obispo de León, apoyado por Desiderio, rey de los longobardos, intentó separar a Ravena de Roma, con la intención de crearse un estado independiente. Mientras tanto, la hija del rey longobardo casaba con Carlos, rey de los francos. Pero las relaciones entre francos y longobardos no duraron mucho, y Carlos devolvió a su esposa. Carlomán falleció en 771, y Carlos quedaba único dueño del reino franco.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)