BEATO ENRIQUE LOPEZ RUIZ
1936 d.C.
31 de agosto
Nacido en tierras granadinas,
recibió el Santo Bautismo a los dos días de su nacimiento en
la Iglesia Parroquial de san Benito de su pueblo natal. Llamado al sacerdocio,
estudió en el Seminario de Granada y allí recibió el
presbiterado.
El uno de octubre de 1928 fue nombrado Cura Ecónomo de
Nacimiento, a cuya Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias dedicó
toda su vida ministerial. Su antiguo monaguillo, don Francisco Martínez
Parra, recuerda que: « En el pueblo era querido por todos porque a
todos nos trataba con dedicación y cariño. Era un verdadero
apóstol de Jesucristo; nos animaba a vivir la vida cristiana y nos
daba siempre ejemplo con su propia vida. »
Iniciada la Persecución Religiosa, los mismos milicianos
quisieron que se marchara del pueblo porque todos lo querían mucho.
Él se negó resueltamente a dejar su Parroquia y les dijo: «
¿Quién iba entonces a decir Misa a esta gente? » No tardaron
muchos días en violar su propio hogar y detenerlo, sin resistencia
alguna por su parte. Ya preso, fue enviado a la ciudad de Almería.
La noche del treinta de agosto de 1936, en el barco Astoy Mendi
que había sido convertido en cruel prisión, todos los presbíteros
fueron llamados por sus verdugos. Don Bienvenido Ayala contaba que, como
no fue pronunciado el nombre del siervo de Dios, éste: «Se puso
en pie para identificarse también como sacerdote. Mi tío, que
estaba junto a él, le tiraba del pantalón para impedir que
se levantara, pero el siervo de Dios le decía que él no se
negaba; y añadió: “No puedo, Cristo me llama”. Se puso en pie
y se entregó voluntariamente al martirio. » Fue coronado con
la gloria del martirio a sus treinta y cinco años de edad.