Nació en Tworkow (Opole), en el seno de una familia obrera; fue
criado por su madre, ya que su padre emigró a América de
donde no regresó. Estudió Teología en la
universidad de Wroclaw y fue ordenado sacerdote en 1911. A su trabajo
pastoral directo unió su continuo estudio en los campos de la
Teología, la Historia de la Iglesia y la problemática
social.
La
alta Silesia padeció agudos problemas entre la población
de cultura polaca y la alemana. Emilio, polaco y defensor de su
cultura, estuvo siempre abierto y fue respetuoso con la cultura
alemana, de manera que una vez establecida la Administración
Apostólica de la Alta Silesia se le confió el cargo de
Canciller, y otros cargos diocesanos, teniendo la confianza de los
sucesivos obispos de Katowice y en 1931 el Papa le nombró
prelado doméstico. En 1926 fue nombrado párroco de la
iglesia de la Beata Virgen María de Katowice.
Fue arrestado en 1940 y enviado al campo de
concentración de Dachau, del que pasó al de
Mathausen-Gusen, volviendo al de Dachau, Alemania. Los malos tratos
padecidos de parte de los guardianes del campo acabaron con su vida. El
papa Juan Pablo II lo elevó a los altares el 13 de junio de 1999
en el conjunto de los 108 mártires de la persecución nazi.