EL ALMA HUMANA
SU
NATURALEZA Y SU EXISTENCIA
El alma humana es el principio vital que comunica al
cuerpo, vida, sensibilidad y pensamiento.
Negar la existencia del alma humana sería un gran
absurdo.
a) La razón la prueba. Nos consta en efecto que la simple
materia ni vive, ni siente, ni piensa. Nosotros vivimos, sentimos y
pensamos. Luego tenemos un principio distinto de la materia.
b) La Sagrada Escritura también nos la prueba. Así Cristo
nos alerta: "No temáis a los que sólo pueden dañar
el cuerpo. Temed a los que pueden precipitar alma y cuerpo en el
infierno" (Mateo 10,28).
El alma humana tiene dos propiedades
importantísimas, que la distinguen del principio vital de los
brutos: es espiritual e inmortal.
ESPIRITUALIDAD DEL ALMA
El alma humana es espiritual, porque no es cuerpo, ni
consta de partes materiales, sino que es un espíritu superior a
la materia.
Esto se prueba porque realiza operaciones que están
por encima de la materia. Comparemos, para cerciorarnos, el
conocimiento del hombre con el conocimiento de los animales.
1.-El conocimiento de los animales se refiere a las cualidades
materiales, que se pueden percibir por los sentidos.
2.-El conocimiento del hombre: a) se refiere a seres y cualidades
inmateriales. b) Aún los seres materiales los conoce de modo
inmaterial. c) Puede raciocinar. Tres cosas que no puede el animal.
a) El hombre conoce seres espirituales como Dios; y nociones materiales
como las nociones de virtud, deber, patria, etc.
b) Conoce los seres materiales de un modo inmaterial, porque
aparta de ellos las cualidades sensibles, y llega a formar las ideas,
que son inmateriales y abstractas.
Expliquemos esto con un ejemplo: El perro distingue al amo
del extraño y del mendigo por la voz, las facciones, el olor,
los ademanes y demás condiciones sensibles y concretas. Pero
nunca podrá decirse: estos tres tienen algo en común, son
animales racionales; porque este concepto es algo inmaterial que no
pueden percibir los sentidos. El hombre lo hace así cada vez que
aparta las cualidades de los seres para formar ideas o conceptos
generales.
c) Además el hombre puede raciocinar, lo que no
puede el animal. Es absurdo suponer que un perro lea un libro y discuta
las ideas del autor; o que un asno pueda fabricar una computadora o
componer una sinfonía.
Pues bien, como el actuar sigue al ser, decimos que,
habiendo en el hombre operaciones inmateriales, es de rigor que haya en
él un principio inmaterial que las produzca; y a este principio
inmaterial lo llamamos alma.
Necesariamente la naturaleza de un ser está de
acuerdo con sus operaciones. Así es imposible que una piedra
tenga respiración y circulación, o que una planta vea y
sienta placer. Por eso, habiendo en el hombre operaciones inmateriales
es de rigor que haya en él un principio inmaterial.
SU INMORTALIDAD
El alma no muere con el cuerpo, sino que es inmortal.
"Dios ha hecho al hombre inmortal", escribe el Libro de la
Sabiduría (2,23).
Dice también el Eclesiastés: "Que el polvo
vuelva a la tierra de donde salió; y el espíritu vuelva a
Dios que le dio el ser" (12,7).
La razón prueba igualmente la inmortalidad del alma:
a) Porque siendo el alma un espíritu, no lleva en sí
germen alguno de corrupción que es propia de lo material.
El cuerpo al morir se disgrega en los diversos elementos
que lo componen y entra en corrupción. El alma humana es simple
y espiritual, y no tiene ni elementos que se disgreguen, ni materia que
pueda corromperse.
b) Porque así lo exige la sabiduría de Dios. Si el alma
no fuera inmortal Dios no hubiera puesto en el hombre un deseo de
felicidad, que jamás pudiera satisfacer.
Puesto que en esta vida no puede satisfacer de lleno ese
deseo, y puesto que va contra la divina sabiduría haber puesto
en el alma una aspiración tan honda y poderosa para nunca
satisfacerla, es de rigor admitir la existencia de otra vida, donde
dicha aspiración pueda tener completa realización.
c) Porque así lo exige la Justicia de Dios. Pues de otra manera
tantas injusticias que se dan en el mundo quedarían sin
reparación.