BEATO EDUARDO
JOSÉ ROSAZ
3 de mayo
1903 d.C.
Nació en Susa (Italia), en el seno de una familia acomodada.
Desde joven manifestó una salud enfermiza. Hizo los primeros
estudios en Aosta y Saluzzo y no se definió su vocación
sacerdotal hasta los 21 años, cuando ya sus padres habían
fallecido y le dejaron un apreciable patrimonio.
En 1847, ingresó en el seminario de Susa y luego en
el de Niza. En 1853, se hizo Terciario franciscano, cuyo ideal
promovió y al que permaneció siempre fiel. Fue ordenado
sacerdote en 1854. Como sacerdote buscó siempre el bien
espiritual de sus fieles así como material. Se dedicó a
la predicación, especialmente por medio de las misiones
populares, y a la catequesis. Alimentó su vida espiritual con la
oración, la meditación. Deseoso de seguridad moral de que
empleaba bien su sacerdocio, acudió a Ars a visitar a san Juan
María Vianney, con quien consultó su género de
vida, que el santo aprobó y aconsejó que lo siguiera.
Rector del seminario de Susa en donde tuvo siempre
un principio "firmeza dulce y dulzura firme". Fundador de la
congregación de las religiosas llamadas en otro tiempo
"Terciarias de san Francisco de Susa" y hoy "Franciscanas Misioneras de
Susa" que tienen como fin la enseñanza, la acogida de ancianos,
las casas de espiritualidad y otras obras de apostolado.
En 1877 fue nombrado obispo de Susa y se
dedicó con autentico celo pastoral a la potenciación del
seminario, y al cuidado y atención del clero y de los laicos.
Fundó el semanario «Il Rocciamelone», el 1 de abril
de 1897, que actualmente sale con el nombre de «La
Valsusa». El 15 de junio de 1899 bendice solemnemente la estatua
de la Virgen para colocar en la cima del Rocciamelone (3.600 mts. de
altura). Se distinguió por su abnegación, celo,
mansedumbre y humildad. Fue amigo intimo de san Juan Bosco.
Murió en Susa. Murió el 3 de mayo de 1903. Fue
beatificado por Juan Pablo II en su visita pastoral a Susa el 14 de
julio de 1991.