BEATA DOROTEA DE MONTAU
25 de junio
1394 d.C.
Nació en Marienwerder (hoy Kwidzyn), Borusia polaca. Desde
que a los 7 años se cayó en un caldero de agua hirviendo,
sintió un despreció hacia el mundo y mortificó su
cuerpo con duras penitencias para aspirar a un mayor bien en el Cielo.
A los 17 años cambió su vida al casarse con un militar
llamado Adalberto; vivió en Montau, Marienburgo, Dantzig y
Marienwerder, una vida de santa paciencia al lado de un marido que la
golpea continuamente, porque no entendía tantas penitencias y
tantos éxtasis que le impedían hacer sus deberes de ama
de casa. Tuvo nueve hijos, de los que sólo sobrevivió su
hija Dorotea que fue religiosa benedictina. Su esposo se dio cuenta de
la grandeza de su mujer y cambió su vida respecto a ella, y a
partir de 1380 decidió guardar continencia marital
Con su marido peregrinó a Roma. Al quedarse viuda
eligió la vida religiosa contemplativa en Marienwerder, y la
realizó con profundísimo sentido penitencial, donde tuvo
como confesor al padre Juan de Maienwerder, de la orden
teutónica. Durante su profesión tuvo una visión en
la que Cristo le casaba con su confesor en matrimonio espiritual:
“Tenéis que velar el uno por el otro a fin de que ambos
podáis alcanzar la vida eterna, y debes saber que nadie le ha
sido nunca tan altamente encarecido a tu confesor como tú”. En
1392 se hizo tapiar en la iglesia como reclusa, y en sus últimos
meses de su vida, Cristo le confirmó que se había
convertido verdaderamente en su esposa. Nunca hizo profesión
legal como religiosa, siempre fue seglar. El culto fue confirmado
por SS Pablo VI el 9 de enero de 1970. Patrona de
Prusia.