BEATO DODÓN DE
HASKE
30 de marzo
1231 d.C.
Joven
devoto y temeroso de Dios, después de la muerte de su padre, fue
obligado contra su voluntad a casarse, pero pocos años
más tarde abrazó la vida religiosa. Se retiró en
la abadía premostratense de Mariengaard, mientras su mujer y su
madre ingresaban en el cercano monasterio de Bethlehem.
Deseoso de servir al
Señor en soledad, pidió al abad san Siardo refugiarse en
algún lugar apartado, por lo cual fue enviado a Bakkeveen, donde
llevó una vida de rígida disciplina, abandonándose
a largar vigilias, ayunos y fuertes penitencias corporales. Su fama de
santidad atrajo a muchos enfermos que acudieron a su retiro para ser
sanados y realizó muchas curaciones milagrosas. Al final del
1225 le fue permitido retirarse al eremo de Haske en Frisia, donde
llevó una vida muy austera y también fue visitado por
numerosos enfermos.
Según cuenta su contemporáneo Tomás
Cantimpré, Dodón dejó durante algún tiempo
su eremo para predicar a los frisones a los que exhortó para que
abandonaran su costumbre de vengarse por las ofensas personales.
Mientras estaba en oración en el eremo de Hanske,
falleció al derrumbarse su celda sobre su persona.
Después de su muerte parace que le aparecieron los estigmas,
cosa que hoy se duda. Sobre su tumba, los premostratenses construyeron
la iglesia de Nuestra Señora de Rosendaal.