13 de febrero
1458 d.C.
En Spoleto, ciudad de la Umbría, beata Cristina (Agustina)
Camozzi, la cual, muerto su esposo, cedió por un tiempo a la concupiscencia
de la carne, pero convertida, escogió la vida penitente, ingresando
en la Orden Secular de San Agustín, distinguiéndose por su vida
de plegaria y por el servicio a enfermos y pobres.Agostina Camozzi, hija de un médico, nació en Osteno (Como). Tuvo una existencia muy problemática. Luego de diversas y conflictivas historias afectivas, se embarcó en un camino de conversión y penitencia para renovar profundamente su vida. Fue a Verona donde, decidida a seguir a Cristo, tomó el nombre de Cristina y se consagró como agustina seglar. Su conversión fue total: dedicó su vida a una penitencia excepcional, a obras de caridad, a la oración. En 1457 inició una larga peregrinación a Asís, Roma y Palestina. En el camino de regreso, llegó a Spoleto, allí murió el 13 de febrero de 1458 con fama de santidad, confirmada por milagros. Sus restos mortales se conservan en Spoleto en la iglesia de San Nicolò, que perteneció a los agustinos. Su culto fue confirmado en 1834 por Gregorio XVI.La Beata Cristina es un ejemplo de penitencia y humildad para los laicos.