BEATO CONSTANCIO
SERVOLI DE FABRIANO
24 de febrero
1481 d.C.
Nació en Fabriano en la Marca de Ancona y se llamaba Constancio
Sérvoli; su familia era de modesta condición social. A
los 15 años entró en el convento dominico reformado de
Santa Lucía, en su ciudad natal, donde tuvo como maestros a san
Corradino de Brescia y a san Antonino Pierozzi, en medio de los cuales
avanzó rápidamente por su agudeza e ingenio.
Estudió en Bolonia. Hacía el 1436 se encontraba en el
convento de San Marcos de Florencia. Se reveló un óptimo
predicador y enseñó Teología en varias casas de su
Orden, distinguiendose en su magisterio por la claridad, brevedad y
eficacia. Más tarde marchó a Ferrara donde
estableció la paz. Fue célebre por su don de
profecía.
Del 1440 al 1467 fue
prior del convento de Fabriano, en el 1445 del de Perugia y del 1459 al
1470 del de Áscoli Piceno. Fue enviado a Áscoli que
estaba agitada en continuas disputas y discordias; con su palabra, y su
ejemplo fue capaz de establecer la paz. Allí restauró los
fundamentos del convento de Santo Domingo, donde hizo que florecieran
los estudios y la disciplina regular y donde murió.
Constancio no
tenía el espíritu alegre de otros muchos santos de su
orden. Generalmente estaba triste. Como alguien le preguntase por
qué reía tan raras veces, Constancio respondió :
«Porque no sé si mis acciones agradan a Dios». Alma
de oración, decía que el Señor nunca le
había negado ninguna gracia y que la ira divina se había
manifestado cuando los turcos invadieron Grecia por la falta de
oración.
El senado y el concejo
de la ciudad declararon que su muerte era «una calamidad
pública» y pagaron los gastos de un pomposo funeral. Su
cuerpo reposa en la iglesia de San Pedro Mártir en
Áscoli. El culto del beato Constancio fue confirmado el 22
de septiembre de 1821 por Pío VII. Patrón de
Fabriano.