CONSAGRACIÓN A
SAN MIGUEL ARCANGEL
San Miguel,
gran príncipe del cielo y guardián fiel de la santa
Iglesia, yo, aunque indigno, me presento ante ti, acompañado de
mi ángel custodio, confiado en tu bondad y en presencia de todos
los ángeles del cielo, como testigos, yo me pongo bajo tu
protección y amparo, prometiendo honrarte y hacerte honrar.
Asísteme durante mi vida para que nunca ofenda a Dios en obras,
palabras o pensamientos. Defiéndeme de todas las asechanzas del
demonio y, especialmente, de las tentaciones contra la fe y la pureza.
San Miguel arcángel, príncipe de las
milicias celestiales, quiero ser uno de tus fieles devotos, y pongo mi
vida con todo lo que soy y tengo bajo tu poderosa protección.
Ayúdame en todos los momentos, líbrame de todo poder del
maligno y concédeme la gracia de amar cada día más
a mi Dios y Señor por medio de María. Y en la hora de mi
muerte, dame la paz, llevándome a la patria celestial.
Amén.