BEATO CONRADO
CONFALONIERI DE PIACENZA
19 de febrero
1290 d.C.
Nació en Piacenza en el seno de una noble familia. Lo que
más amaba era la la caza. En el curso de una cacería
provocó un incendio en un bosque, para poder cobrar una presa y,
fue condenado un vagabundo a muerte; se sintió culpable y cuando
se iba a cumplir la ejecución confesó su autoría.
Algunos hagiógrafos dicen que fue después de la tortura y
muerte del pobre labrador, cuando Conrado, presa de los remordimientos
decidió hacer penitencia por su cobardía. Fue condenado a
pagar todos los daños quedándose arruinado de tal manera
que se vio obligado a pedir limosna.
Algún autor dice que ingresó en los Terciarios
franciscanos en Gorgolara, sin abandonar su estado seglar. Llegó
a casarse con Eufrosina. Pero, sus fuertes inclinaciones espirituales
le impelian a una vida de soledad y austeridad, hacia el 1331, de
acuerdo con su esposa, se retiró a Noto, en Sicilia, donde hizo
vida eremítica, y ella ingresó en un monasterio de
clarisas. Conrado permaneció en Noto hasta 1333. Pero buscaba
mayor soledad. Y lo encontró en Pizzoni, a pocos kilometros de
Noto y allí acudía mucha gente, sobre todo en la
curación de hernias que se producían en el hospital de
San Martín, donde Conrado se volcó en el cuidado de los
enfermos. Sus penitencias y virtudes fueron manifiestas, alcanzando el
don de profecía y poderes taumatúrgicos. El Papa
Urbano VIII aprobó su culto el 12 de septiembre de 1625.
Patrón de Piacenza.