BEATO CLAUDIO BEGUINOT
16 de julio
1794 d.C.
Frente a Rochefort, en la costa de Francia, beatos Nicolás
Savouret, de
la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, y Claudio
Béguignot,
cartujo, presbíteros y mártires, que durante la
Revolución Francesa,
por odio al sacerdocio, fueron encerrados en una nave convertida en
cárcel, en la que enfermaron y murieron.
Claudio Béguinot nació
en Langres, Haute-Marne, en 1736. Ingresó en la Orden Cartujana
e hizo la profesión el 15 de agosto de 1760, y fue ordenado
posteriormente como presbítero. En 1770 era sacristán de
la cartuja de Val-Saint-Georges. En 1772 está como
huésped en Rouen; en 1777 estaba en la cartuja de Bourg
Fontaine, Aisne, y en 1782 otra vez está como huésped en
Ruán. Fue religioso profeso de la cartuja de Saint Julien, en
Saint-Pierre-de-Quevilly.
Cuando los conventos fueron suprimidos, se
quedó en Rouen dos años, y allí estaba cuando fue
arrestado en abril de 1793, alojado en casa de Caban Vergetier.
Él no había prestado ninguno de los dos juramentos que se
exigían. Fue detenido en la prisión de Saint-Vivien. El 6
de marzo de 1794 fue deportado a Rochefort, donde estaba el 12 de
abril. Embarcado en “Les Deux Associés”, murió el
16 de julio de 1794. Persona de gran espiritualidad y santidad de vida
que había pasado su vida dedicado a la contemplación de
las cosas divinas, era buscado en el barco por todos como el mejor
confesor, y su pureza y humildad le hacían recomendable a todos.
Llevó su enfermedad con gran fortaleza y mansedumbre. Llevaba
consigo un crucifijo que fue roto por los guardianes y asimismo
instrumentos de penitencia que sirvieron de burla. Fue beatificado, al
igual que el P. Savouret y los demás mártires de
Rochefort, el 1 de octubre de 1995 por SS. Juan Pablo II.