BEATA CELESTINA DE LA
MADRE DE DIOS
18 de marzo
1925 d.C.
Nació en
Marradi (Florencia, Italia), en el seno de una familia de la
burguesía. Desde pequeña quiso ingresar en la vida
religiosa pero su padre se opuso enérgicamente. Tuvo como
director espiritual al escolapio Celestino Zini.
Al morir su madre,
tomó la decisión irrevocable de consagrarse a Dio.
Quería formar en torno a sí a algunas mujeres que
colaboraran con ella en la educación de niñas
pobres y abandonadas. Así que por recomendación de su
director espiritual, fundó en 1889, la concregación de
las Hijas Pobres de San José de Calasanz (más conocidas
como Calasancias). Extendió la fundación a los hijos de
los detenidos en las cárceles.
Al fundar la nueva
Congregación en 1889, María Anna tomó el nombre de
Celestina de la Madre de Dios; sus compañeras comenzaron a
llamarla afectuosamente "madrina" y así siguen
nombrándola hoy las Calasancianas cuando hablan de su Fundadora.
En el mismo año León XIII consagró personalmente
como obispo al Padre Zini en la Basílica de San Pedro,
nombrándole arzobispo de Siena. Cuando murió a los tres
años, otros escolapios apoyaron la naciente Congregación:
Mario Ricci, Giovanni Giovanozzi, Alfonso ML Mistrangelo.
Monseñor Zini
dirigió numerosos escritos a las religiosas calasancianas.
Después de su muerte, Madre Celestina los estructuró y
completó preparando un precioso libro que se titula "Manual
Calasanziano" y que
es como un amplio comentario espiritual de las primeras Constituciones.
En dicho libro la Madre Fundadora describe así el carisma de su
Instituto: "Las Hijas Pobres de San José de Calasanz, reunidas a
la sombra del Tabernáculo, unidas entre sí con el
vínculo sagrado de la caridad, teniendo un solo corazón y
una sola alma, consideran como un deber sagrado edificar a quienquiera
se les acerque, santificarse personalmente y dedicarse con celo a la
educación de las niñas necesitadas que el Señor
les confíe, uniendo a las riquezas de la contemplación
las de una santa entrega".
Celestina fue una
verdadera alma contemplativa entregada a hacer el bien a los
pequeños, como Jesús. Escribió un libro de
meditaciones sobre la Pasión del Señor, recientemente
reeditado, y escribió páginas de gran riqueza espiritual
en el "Manual" citado,
en otro libro para sus religiosas titulado "Devote pratiche
giornaliere" y en
numerosas cartas. Ella instauró en 1900, en la iglesia de la
casa madre de Florencia, la Adoración Eucarística
cotidiana como forma de oración continua calasancia para sus
religiosas y niñas. Un siglo después continúa
diariamente esta plegaria a Jesús eucarístico, expuesto
en el altar mayor, en cuyos laterales están enterrados
respectivamente Madre Celestina y Monseñor Zini.
Celestina gobernó el Instituto con sabiduría y prudencia,
extendiéndolo por toda Italia. Sufrió mucho por la falta
de ayudas económicas que le ayudaran a seguir a delante. Pero
con fe, salió airosa de todos los problemas. Sufrió
muchos achaques que supo llevar con entereza. Murió en
Florencia. Fue beatificada el 30 de marzo de 2008 por Benedicto
XVI.