BEATA CAROLINA
KÓZKA
18 de noviembre
1914 d.C.
Nació en Wal-Ruda o Tárnow, Polonia. Era la cuarta de 11
hijos de un pobre campesino polaco. La piedad y devoción la
recibió en casa, donde se rezaba el rosario diariamente, y la
asistencia a misa dominical era la forma en que la familia
agradecía los dones con que les favorecía el
Señor. Ayudaba en su casa en las tareas domésticas y
enseñaba el catecismo a sus hermanos menores; también
asistía a los enfermos. Fue también miembro activo de su
parroquia y llevaba una intensa vida interior.
Así
llegó el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y
Polonia fue invadida por el ejército soviético. La
situación en Tárnow era cada día más
difícil debido a los abusos y la brutalidad de los soldados. En
este marco llega la noche del 18 de noviembre, cuando un soldado ebrio
irrumpe en la casa de la familia Kózka exigiendo alimento. Al no
quedar complacido, obliga al padre y a Carolina a acompañarlo
para reportar su conducta a las autoridades.
En el camino obliga al padre (bajo amenazas de matarlo a él y a
su familia) a regresar a su casa. De lo que sigue fueron testigos dos
muchachos, quienes ocultos presenciaron el martirio de Carolina: la
pequeña fue arrastrada entre matorrales, y por defender su
virginidad, Carolina murió. A la mañana siguiente
encontraron su cuerpo mutilado entre la hojarasca; además,
presentaba heridas de bayoneta en cabeza, piernas, costado y cuello.
Sus manos ensangrentadas daban fe de la resistencia que opuso. A su
entierro acudió todo el pueblo. Se la conoce como la Estrella de
Tárnow. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II el 10 de
junio de 1987 en Tarnów, en Polonia.