BEATO CARLOS MANUEL RODRIGUEZ SANTIAGO
13 de julio
1963 d.C.



   Nació en Caguas (Puerto Rico) en el seno de una familia modesta, y fue un laico entregado a la causa de Cristo y de su Iglesia como apóstol seglar. Su obsesión era el misterio pascual, de manera que proclamó la absoluta centralidad de la Vigilia Pascual.

   Su salud fue siempre mala, sufriendo desde niño una colitis ulcerosa que le acompañó toda la vida. El origen de esta enfermedad, que terminó en cancer, fue que a los 9 años salvó a su primo suyo del ataque de un perro furioso; el enfrentamiento de Charlie con el perro terminó con una lesión que tuvo que soportar toda la vida. Fue buen estudiante, y tuvo notables conocimientos de música. Una vez graduado, comenzó a trabajar como administrativo. A los 30 años inició sus estudios en la universidad de Puerto Rico, pero no pudo terminarlos por problemas de salud. Tuvo distintos trabajos, hasta que el jesuita español padre González-Quevedo le ofreció un trabajo “full time” en el Centro Católico de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde fundó el Círculo de Cultura Cristiana.

   La acción de Charlie fue en torno a la Eucaristía, adelantándose al Concilio Vaticano II, promoviendo que fuera la misa celebrada en la lengua vernácula. Organizó grupos de liturgia entre los jovenes y ayudo a muchos a ingresar en el sacerdocio. “Fijense que en las grandes basílicas romanas no hay reclinatorios. La actitud orante del cristiano es de pie, con lo mínimo del cuerpo tocando en tierra”. Enseñó que la Eucaristía era el centro de la vida del cristiano y enseñó y formó a los futuros sacerdotes a celebrarla con toda la dignidad. Dios le probó en los últimos tiempos con una gran noche oscura interior en la que sentía el abandono de Dios, pero salió de ella antes de morir. Dejó escrito: “La santidad no es una especialización, es la vida cristiana, toda la vida, todas las vibraciones del alma, todos los instantes de una existencia dignificada por la gracia de Cristo”. Murió de cáncer de colon, sufriendo poco después una colostomía. Murio con 44 años en Caguas. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 29 de abril del 2001.

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(Parroquia San Martín de Porres)