BEATO CARLOS LAMPERT
13 de noviembre
1944 d.C.
Nació en Göfis, Feldkirch, Austria. Fue ordenado sacerdote
diocesano en 1918. Después de doce años de servicio
pastoral en Dornbirn, fue enviado a Roma a estudiar Derecho
canónico. Regresó a Innsbruck en 1938, y al año
siguiente a Anschluss. Primero desempeñó la
función de oficial del tribunal diocesano y después, en
1939, pro-vicario de la Administración Apostólica de
Innsbruck Feldkirch, en Austria.
A partir de 1939, con
la persecución de la Administración regional nazi contra
la Iglesia: se opuso al desmantelamiento de un monasterio
tirolés. Después fue acusado de llevar a la nunciatura
una relación de denuncias de las intromisiones del regimen
hitleriano en la vida de la Iglesia. Un tercer episodio está
ligado con el martirio del beato Otón Neururer, en cuya
necrología Lampert escribió “no olvidaremos como ha
muerto”.
El sacerdote fue
arrestado tres veces y encarcelado, hasta que fue enviado al campo de
concentración de Dachau, dónde le cosieron en la chaqueta
el triangulo rojo de los presos políticos. Fue liberado en
agosto de 1940 y confinado en Pomerania. Fue espiado por
«presunta actividad contra el Estado». Sus llamadas
telefónicas y correspondencia fueron puntualmente interceptadas.
Para ayudar a la
pastoral de la parroquia de Stettino en la localidad de Zinnowitz (en
la isla de Usedom), se encontró en una situación
delicada. La parroquia se encontraba a poca distancia de
Peeneumünde, centro de la producción de las bombas V1 y V2.
En la capilla de la isla celebraba regularmente la misa, continuaban
con un encuentro fraternal con las religiosas y algunos fieles. Se
escuchaba la radio de Londres y se hacían comentarios. Fue
relativamente fácil, para los delatores, acusarle de difundir
información relativa a las armas que se producian en la isla. El
4 de febrero de 1943 fue arrestado junto con otras 40 personas bajo
acusación de «favorecimiento hostil»,
«difusión de informaciones militares» y
«escucha de transmisiones enemigas».
Los dos procesos a los que fue sometido concluyeron con la condena a
muerte por espionaje. El sacerdote austriaco Carl Lampert fue
decapitado con otros dos sacerdotes, Herbert Simoleit y Friedrich
Lorenz en Halle en Saale (Sajonia). Murió pronunciando los
nombres de Jesús y de María. Fue beatificado por SS
Benedicto XVI el 13 de noviembre de 2011.