BEATA BOLESLAVA
MARÍA LAMENT
29 de enero
1946 d.C.
Nació en Lowicz (Cracovia). Su padre era artesano.
Después de las escuelas elementales y el colegio, Boleslava fue
a Varsovia a una escuela de artes y profesiones dónde
consiguió el diploma de modista; de regreso a Lowicz
abrió, junto a su hermana Stanislava, una casa de modas, todo
esto mientras en su interior su vida era intensamente espiritual.
Es a los 22
años, en el 1884, ingresaron en la "Congregación de la
Familia de María", que se estaba organizando en Varsovia en la
clandestinidad a causa de las persecuciones zaristas. Fue una monja
voluntariosa, que se distinguió por el don de la oración,
del recogimiento, de la seriedad y de la fidelidad para cumplir sus
deberes. Después del noviciado y la profesión de los
votos simples, trabajó como maestra de costura y educadora en
muchas Casas de la Congregación abiertas en el territorio del
imperio ruso. Más después de nueve años, antes de
pronunciar los votos solemnes, tuvo una profunda crisis que la hizo
sentir insegura de su vocación en aquella congregación,
por ello la dejó, volviendo a su casa en Lowicz con el intento,
en cuanto fuera posible, de entrar en un convento de clausura; por el
consejo de su confesor, optó por las obras de asistencia a los
sin techo, actividad que también continuó en Varsovia,
cuando la familia os se trasladó allá; para ayudar con
los gastos familiares abrió, con su hermana María, un
casa de moda.
Bien pronto le fue
confiada la dirección de un dormitorio para los sin techo, donde
también se preocupó en poner orden en la vida
ética y religiosa de sus socorridos. Los preparaba para recibir
los Sacramentos, visitaba a los enfermos en sus pobres casas o en los
refugios, cuidaba a los niños; en el 1894 la enésima
epidemia de cólera se le llevó a su padre, poniendo sobre
sus hombros otras responsabilidades familiares; llevó consigo a
su madre y a su hermano Stefano. Se distinguía por sus ideas en
favor de la unidad de los cristianos y por su bondad y
comprensión.
Ingresó a la
Tercera Orden Franciscana, donde conoció al beato Honorato de
Biala Podlaski, fraile capuchino, fundador de diversas congregaciones
religiosas que trabajaban en la clandestinidad a causa de los
acontecimientos políticos que afectó a Polonia en
aquellos tiempos. En el año 1900 una vez más la muerte
golpeó a su familia, allí, al pie del ataúd de su
hermano Stefano, Boleslava Lament prometió volver a la vida de
religiosa: dos años después el padre beato Honorato le
presentó a una señora llegada de Bielorrusia, quien
buscaba religiosas para dirigir la Tercera Orden y un centro educativo
en Mogilev ciudad al pie del río Dniéper. Boleslava
advirtió que sería necesario crear relaciones y contactos
para estimular a los ortodoxos a reunirse con la Iglesia
Católica, mientras debería ayudar a la población
católica a mantenerse fiel a su Iglesia, sin dejar a un lado las
dificultades que tendría que sortear bajo el régimen
zarista, siendo consciente de todo esto aceptó, y en 1903
partió a Mogilev en Bielorrusia.
Con la ayuda del Padre
Félix Wiecinski, quien contribuyó directamente con la
fundación, en octubre de 1905 empezaron la nueva
congregación, inicialmente llamada "Sociedad de la Sagrada
Familia" pero casi enseguida cambió su nombre al de
"Congregación de las Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia",
con la finalidad de trabajar por la unidad de las iglesias
católica y ortodoxa. Boleslava fue su primera superiora.
En el año 1907,
se trasladó con toda su comunidad a San Petersburgo, y
allí se dedicaron a la educación de niños y
jóvenes. En Petersburgo desarrolló una intensa actividad
catequística, educativa y asistencial en los barrios más
pobres, se esforzó de crear las condiciones por un ecumenismo
auténtico y social, profundizando una recíproca
comprensión y generosidad entre las alumnas y familias, que eran
de diferentes nacionalidades y religiones. La revolución
bolchevique puso fin a su actividad. Regresaron a Polonia, y al este
del país desarrollaron su actividad entre los ortodoxos. Todo
esto produjo enormes pérdidas materiales, aun en Polonia
encontró una situación preocupante; la
Congregación vivía pobremente pero la madre Boleslava
Lament, con su gran fe, se encomendó totalmente a la voluntad de
Dios y paulatinamente se fueron superando aquel conjunto de
circunstancias sociales y políticas. En 1925, la madre Boleslava
fue a Roma para conseguir la aprobación pontificia de la
"Congregación de las Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia",
pero la práctica se estancó por falta de claridad sobre
las tareas de las monjas, divididas en dos ramas,
apostolado-enseñanza y dirección doméstica de las
Casas.
En 1935
renunció a su cargo de Superiora General y fue enviada a
Bialystok, donde continuó sus actividades caritativas. La
Segunda Guerra Mundial llevó nuevas dificultades a la anciana
madre Boleslava, incluyendo la amenaza nazi; fue obligada a cambiar la
forma de actuar, adaptándose a las necesidades de la
época. En 1941 fue atacada por la parálisis y se
dedicó a una vida más ascética, transmitiendo
preciosos consejos a sus hermanas de hábito. Murió
santamente en Bialystok a los 84 años; su cadáver fue
llevado en el convento de Ratow y enterrado en la cripta bajo la
Iglesia de San Antonio.
La Congregación de las Hermanas Misioneras de la Sagrada
Familia, está difundida ampliamente en Polonia, Rusia, Zambia,
Libia, E.E.U.U. e Italia. Fue beatificada por Juan Pablo II en
Polonia el 5 de junio de 1991.