BEATA BLANCA DE
CASTILLA
2 de diciembre
1252 d.C.
Nació en Palencia y era hija de Alfonso VIII de Castilla y de
Leonor Plantagenet. En 1200 se casó con el futuro rey de
Francia, Luis VIII. Fue una mujer excepcional. Fue esposa y madre
modelo, y fue ella quién infundió su educación
cristiana a su hijo san Luis IX. En 1226, se quedó viuda y tuvo
que asumir la regencia del trono por la minoría de edad de su
hijo, mostrando siempre una gran inteligencia y fortaleza ante las
numerosas y graves dificultades que se encontró.
Cuando
la mayoría de edad de su hijo san Luis, le entregó el
trono, aunque siguió como leal consejera y apoyo constante, y
tuvo que asumir de nuevo temporalmente la regencia, cuando su hijo se
fue a las cruzadas. Tenía una gran religiosidad y
sobresalió por su espíritu de misericordia con los pobres
y afligidos y por su apoyo a la Iglesia. Murió en París.
En numerosos martiriologios figura como beata aunque su culto nunca ha
sido confirmado por la Iglesia.