11 de enero
1487 d.C.
Antonio nació en Catania (Sicilia), pertenecía a la noble
familia acomodada de los Scammacca; en su juventud llevó una
vida desordenada hasta que, al ser gravemente herido en un duelo,
reflexionó sobre su vida; de manera que ingresó en los
dominicos en 1452. Desde entonces expió su conducta precedente
con una vida de continua penitencia y soledad.
Su virtud se irradió fuera del convento, especialmente entre aquellos que tenían sed por su salvación. Se dedicó con ardor y exclusividad a Dios. Fue misericordioso especialmente con los enfermos y necesitados, para los que procuró la edificación de un hospital, que todavía existe, con la ayuda de sus conciudadanos, y que él mismo dirigió en vida.
Fue de los primeros religiosos observantes de Santa Zita de Palermo, prior de Santo Domingo en Catania y después en Palermo y por último vicario general de los conventos reformados de Sicilia.
Fue prior del convento de Santo Domingo de Catania, después en Palermo, y por último vicario general de los conventos reformados de Sicilia. Murió en Catania rodeado de muchos carismas y fama de santidad. Su cuerpo se conserva incorrupto. León XII aprobó su culto el 8 de marzo de 1825.
Su virtud se irradió fuera del convento, especialmente entre aquellos que tenían sed por su salvación. Se dedicó con ardor y exclusividad a Dios. Fue misericordioso especialmente con los enfermos y necesitados, para los que procuró la edificación de un hospital, que todavía existe, con la ayuda de sus conciudadanos, y que él mismo dirigió en vida.
Fue de los primeros religiosos observantes de Santa Zita de Palermo, prior de Santo Domingo en Catania y después en Palermo y por último vicario general de los conventos reformados de Sicilia.
Fue prior del convento de Santo Domingo de Catania, después en Palermo, y por último vicario general de los conventos reformados de Sicilia. Murió en Catania rodeado de muchos carismas y fama de santidad. Su cuerpo se conserva incorrupto. León XII aprobó su culto el 8 de marzo de 1825.