BEATO BENITO RICASOLI
20 de enero
1107 d.C.



   Nació en la aldea de Montegrossi, Coltibuono (Fiesole), y después de vivir muchos años en el mundo, hacia el 1093, ingresó en el monasterio de Coltibuono, fundado por sus padres para los monjes de Vallumbrosa en Fiesole, ya que habían conocido a San Juan Gualberto.

   Pero, como aspirara a mayor perfección y soledad que las que le ofrecía la vida comunitaria, Benito se retiró a una choza en la montaña, a cierta distancia de la abadía y allí vivió en soledad practicando duras penitencias para acercase más a la corredención de Cristo.

   De vez en cuando, iba al convento a celebrar con sus hermanos algunas fiestas de la Iglesia. En una de esas raras visitas, que duró desde la Navidad hasta la Epifanía, exhortó especialmente a los monjes al fervor y la perseverancia en su ardua vocación. Su vida, les dijo, debía consistir en una constante preparación para la muerte; y les repitió insistentemente las palabras del Evangelio: «Estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando no lo esperáis». Después de esto, se retiró a su ermita y falleció en total soledad.

   Fue sepultado en el monasterio de Coltibuono. Las leyendas sobre su muerte se propagaron por doquier. El culto del Beato Benito fue confirmado en 1907 por san Pío X. Se dice que sus reliquias reposan en el santuario de Galloro, cerca de Riccia.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)