BENDICIÓN
Vocabulario bíblico
En realidad sólo Dios
puede bendecir, porque sólo él es la fuente de todo bien (Santiago
1, 17). Por eso la bendición en cuanto se atribuye a Dios, que es
lo más frecuente en la Biblia, no significa únicamente desear
el bien o pronunciar palabras de felicidad sobre una persona o una cosa.
Cuando Dios bendice está realizando ese bien, está causando
esa felicidad, está comunicando algo de su mismo ser a las personas
o a las cosas que bendice (Génesis 1, 22. 28; 2, 3; 9, 1; Deuteronomio
28, 3-8).
Lo mismo puede decirse de las bendiciones que el Nuevo Testamento
pone en boca de Jesús (Marcos 6, 41; Romanos 15, 29). En cambio, la
bendición del hombre a Dios es sinónimo de alabanza y de acción
de gracias (Salmo 72, 18-19), mientras que la bendición de un hombre
a otro hombre manifiesta sobre todo el deseo de que Dios se haga presente
y se comunique a ese hombre (Génesis 48, 8-20). En la Biblia encontramos
algunas fórmulas de bendición verdaderamente hermosas (Números
6, 24-26; Efesios 1, 3).