BEATA BEATRIZ DE
NAZARET
1268 d.C.
29 de agosto
Nació en Tienen, Brabante. Hija menor de los seis hijos del
beato Bartolomé de Tirlemont y Gertrudis. Su madre fue
quién la enseñó a leer y a escribir. Fue educada
en las Begüinas de Léau, y poco después
ingresó como oblata en el monasterio benedictino de Florival,
del que su padre era procurador; este monasterio en 1218 pasó a
la reforma del Cister. En 1216, profesó como religiosa
cisterciense. Sus primeros años se entregó a las
penitencias de forma incontrolada, de las que más tarde se
lamentaría. Al año de profesar fue enviada al convento de
La Ramée con objeto de que se perfeccionase en la
caligrafía e iluminación de pergaminos; allí se
encontró con santa Ida de Lovaina, la cual le serviría de
maestra y madre espiritual.
Su padre, que se hizo oblato cisterciense, fundó
tres monasterios de religiosas cistercienses, entre ellos el de Nazaret
en la que nuestra beata transcurriría la mayor parte de su vida
en calidad de priora desde 1236 hasta su muerte; aquí es donde
tuvo sus grandes experiencias místicas, que quedaron reflejadas
en sus libros, del que sólo se ha conservado “De divina caritate
et septem eiud gradibus”. Casi siempre estaba enferma, porque las
experiencias místicas que recibió le afectaron en su
organismo. Era de carácter dulce, tímida, con
propensión a angustiarse si creía que no había
hecho todo lo necesario que se proponía, pero superó esta
flaqueza de ánimo.