BEATO BASILIO HOPKO
23 de julio
1976 d.C.
Nació en Hrabské, provincia de Bardejov (Eslovaquia), en
el seno de una familia campesina pobre. Al morir su padre en 1905, su
madre emigró a Estados Unidos, y él se quedó al
cuidado de su abuelo y luego de sus tíos, que el tío era
sacerdote greco-católico.
En 1923 ingresó
en el seminario de Presov. Realizó sus estudios
teológicos en la Academia teológica greco-católica
de esa ciudad. Antes de concluir sus estudios su madre le envió
dinero para que se fuera con ella a los Estados Unidos y allí se
ordenara sacerdote, pero Basilio enfermó y tuvo que ser operado,
con el dinero que tenía, en Kosice. En 1929 fue ordenado
sacerdote en Presov. Su primer ministerio lo realizó en la
parroquia de Pakostov como administrador, preocupándose
principalmente por los jóvenes, obreros, los desempleados y los
huérfanos. Fundó el Círculo de estudiantes
greco-católicos y la Unión de la juventud
greco-católica. Fue nombrado párroco de una nueva
parroquia de Praga. Allí se reunió con su madre que
había regresado de los Estados Unidos. Fue director espiritual
del seminario mayor de Presov. En 1940 se doctoró en
Teología y fue nombrado secretario del obispo. Fue profesor de
Teología pastoral y moral en la facultad de teología de
Presov desde 1943. Escribió numerosos artículos y varios
libros de espiritualidad. Fue el primer redactor de la revista “Blahovistnik” (Mensajero
del Evangelio).
En 1947 fue nombrado
obispo auxiliar de Presov. Después de la II Guerra Mundial,
Checoslovaquia quedó bajo el dominio comunista, que
preparó la eliminación violenta de la iglesia
greco-católica. En 1950, el estado la declaró ilegal. Fue
arrestado este mismo año y sometido a crueles interrogatorios:
no le permitieron dormir, debía caminar continuamente, le
restringieron la comida con el fin de debilitar sus fuerzas y entereza.
Querían que firmara una confesión de acusaciones
inventadas contra él. En 1951, después de estas torturas
fue condenado a 15 años de cárcel y una multa de 20.000
coronas checoslovacas, la pérdida de los derechos civiles
durante diez años y la confiscación de todos los bienes
que se traspasaron a la Iglesia ortodoxa. Estuvo en las cárceles
de Bratislava, Ilava, Leopoldov, Praga, Mirov y Valdice.
En 1964, en Valdice,
por su mala salud y buena conducta le dieron la libertad condicional.
Las autoridades comunistas le obligaron a vivir durante cuatro
años en una casa para sacerdotes ancianos en Osek (Bohemia
septentrional), donde permaneció vigilado continuamente por la
policía secreta.
Su estado de salud a consecuencia de los sufrimientos en las
cárceles estaba muy mermada, sufrió depresiones
psíquicas causadas por las torturas y malos tratos, cuando
murió la autopsia reveló que había sido envenenado
progesivamente con arsénico. Cuando en 1968, la Iglesia
greco-católica fue rehabilitada, Basilio volvió a
desempeñar su cargo de obispo auxiliar, a pesar de su mala
salud. Murió en Presov. Fue beatificado por SS Juan Pablo
II en Eslovaquia, el 14 de septiembre de 2003.