BEATO BARTOLOMÉ
CERVERI
21 de abril
1466 d.C.
Nació en Savigliano (Turín, Piamonte), en el seno de una
noble familia; su padre era el Señor de Cuffia, Cervere y
Rosano. Ingresó muy joven en los dominicos y desde el principio
demostró un gran celo en el aprendizaje de la Teología y
en el ejercicio de la virtud. Fue ordenado sacerdote, y enviado a
Turín a proseguir sus estudios en la universidad, donde en el
1452 consiguió la licenciatura, el doctorado y el nombramiento
de profesor de la universidad torinense.
Por dos veces fue
elegido prior del convento de Savigliano, del que hizo ampliar su
iglesia. Fue además director de los monasterios femeninos de
Savigliano y de Revello. Insigne por su magisterio y por su ministerio
apostólico fue encargado del oficio de inquisidor de la fe
para Piamonte y Liguria (1451), trabajo peligroso dado el elevado
número de herejes, pero de los que obtuvo un gran fruto con su
palabra y fama de santidad, más que por los discutibles
métodos “fuertes” en uso en aquel tiempo.
Por el celo con el que
ejerció su cargo fue asesinado por los herejes cerca de Cervere
(Fossano). Bartolomé supo de antemano que iba a morir, por lo
que antes de viajar a Cervere se confesó y luego le
comentó a su confesor: "Me llamarán Bartolomé de
Cervere, aunque nunca he puesto un pie allí. Hoy voy como
inquisidor, y allí he de morir". Murió perdonando a sus
asesinos. Su cuerpo fue trasladado a la iglesia parroquial de
Cervere. El 22 de septiembre de
1853, SS. Pío IX confirmó su culto.