BEATO AURELIO LEYVA GARZÓN
1936 d.C.
30 de agosto
Hijo de una familia de raigambre
cristiana, recibió el Santo Bautismo en la Iglesia Parroquial de Santiago
de la ciudad accitana. Por su vocación sacerdotal ingresó en
el Seminario de san Torcuato. Sus virtudes atrajeron pronto al buen obispo
don Maximiano Fernández del Rincón y Soto – Dávila,
que lo tuvo como paje durante los últimos años de su pontificado.
Ordenado presbítero el veintiuno de diciembre de 1901,
continuó vinculado al Seminario como Superior. También se le
encomendó la coadjutoría de la Parroquia de santa Ana en la
misma ciudad de Guadix. En 1906 pasó a ser coadjutor de su parroquia
natal, a la que entregaría los treinta años de su ministerio.
De este modo lo recordaba el canónigo Sánchez Cuevas: «
De carácter fuerte y decidido hizo frente en más de una ocasión
a los que pretendieron faltarle el respeto, poniéndoles a raya. Esto
fue también causa de que algunos, en desquite, le buscaran, iniciada
la persecución, deteniéndole en los primeros días. »
El mismo canónigo conservaba la memoria de su martirio:
« Llevado al vagón de ferrocarril donde llevaron también
al Sr. Obispo don Manuel Medina Olmos con otros sacerdotes, fue conducido
a Almería con los demás, pasando por varias prisiones. Trasladado
al barco prisión Astoy Mendi, fueron maltratados por los milicianos
y marineros y, finalmente, en la madrugada del día treinta de agosto
fueron sacados en compañía de los Obispos y otros, para ser
asesinados y quemados sus cadáveres. » Tenía cincuenta
y nueve años al coronar su vida con el martirio.